domingo, 7 de febrero de 2016

Grandes vacíos de información refleja investigación sobre AVG en Sonora



Sensibilidad y capacitación las grandes ausencias en funcionarios que atienden violencia 

Silvia Núñez Esquer

Hermosillo, Sonora, 7 febrero 2016.- Aproximadamente dos años es el periodo durante el cual permanecen integrados los equipos de trabajo que se conforman para investigar las solicitudes de Alerta de Violencia de Género (AVG)  en México desde que se solicita, hasta que concluye el seguimiento.

Doctora en Ciencias Sociales, Mercedes Zúñiga Elizalde participó como investigadora del estado de Sonora, en el equipo de trabajo que hizo el diagnóstico ante la solicitud de AVG en el municipio de Cajeme, Sonora. Desde agosto de 2015, mes en que fue seleccionada para formar parte del grupo de trabajo, ha tenido varios momentos y formas de participación. Considera que la parte más importante es poder incorporarse al grupo, ser aceptada, y empezar a imbuirse de la legislación vigente, así como de los procesos anteriores ocurridos en otros estados. 

Si bien ha trabajado la temática de la violencia de género, comenta en entrevista que no había profundizado específicamente en el tema del feminicidio. Para ella fue una experiencia que la obligó a conocer las dimensiones de esa problemática y posteriormente cómo poderla abordar. 

Otra fase importante y muy aleccionadora fue constatar, gracias al trabajo en campo en el municipio de Cajeme, lo que se conocía preliminarmente, la serie de incumplimientos institucionales. 

Entrevistas a personas de la sociedad civil, entrevista con quienes solicitaron la alerta, pero específicamente con las instituciones, son algunas de las fuentes consultadas. También realizaron entrevistas a aquellas servidoras y servidores públicos, que en términos normativos están obligados a atender problemáticas de violencia. Darse cuenta de esa “teleraña” que es el sistema de acceso y procuración de justicia, en general en México y en especial en el municipio que se estudió, fue impresionante.

Es algo muy crítico ver cómo estamos a años luz todavía de que realmente la justicia pueda hacerse una realidad para las mujeres. Y también la prevención de la violencia, fase que prácticamente no existe, comenta Zúñiga. 

De los aspectos que más la impactaron en esta experiencia es el vacío de información, no se cuenta con datos, “a lo mejor los tienen, pero si no los proporcionan es como si no existieran”. La información tiene que ser puesta en lo público para que como sociedad sepamos las dimensiones de los problemas. Falta información no sólo de las mujeres asesinadas, sino de los casos que están siendo investigados de acuerdo a la legislación vigente. De los casos de violencia intrafamiliar, de las denuncias, del tipo de atención que se da, todo aquello que la norma dice que se debe de proveer: prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres. 

Otro punto es que habiendo varias instituciones que según la norma están obligados a trabajar el tema, no funcionan como un sistema. Cada institución trabaja como puede o como quiere. Y no hay criterios que normen esa forma de trabajo conjunto y de manera bien articulada. Dados esos problemas, el poco recurso que hay no se puede utilizar bien. A lo mejor, aunque fuera poco recurso, si se trabajara en forma coordinada, articulada, con personas capacitadas y sensibles, tal vez pudiera tener un efecto mucho mejor. Fue una constatación de que no es así.

Advirtió la poca sensibilidad y poca capacitación del personal. En muy pocos casos entre la gente que entrevistaron había preocupación, y hay un desconocimiento sobre lo que es el problema de  la violencia contra las mujeres, del impacto social que tiene el que a las mujeres se les siga violentando. No se tiene idea del impacto y del papel central que pudieran estar ocupando esas servidoras y servidores públicos si hicieran su trabajo como tendrían que hacerlo. No son cuestiones que no supiéramos, pero te toca el constatar que efectivamente así es, expuso.

En términos de gobierno, para ella fue muy fuerte esa falta de interés en proporcionarles información, en responder en forma más sensible e institucional al requerimiento que le hizo el grupo de trabajo.  El tiempo de un mes para hacer la investigación es muy corto, pero así lo manda la ley, dificulta hacer una investigación más a fondo. 

El que sea un grupo conformado de personas de instituciones académicas y de servidores públicos, le da un carácter un poco más diverso, pero al final de cuenta queda un margen muy grande al peso que puedan tener las instituciones. Así como están conformados los grupos de trabajo, una espera que los integrantes de las instituciones tuvieran interés en el tema. 

Si bien es importante que se actúe con premura por ser la AVG, la premura no posibilita hacer una buena investigación. La revisión de los materiales, las entrevistas, el procesamiento, hacer el informe, es tan rápido que muchas cosas no se expusieron ahí, muchos aspectos quedaron fuera.  Por ejemplo observar el ambiente, al estar en el lugar una se da cuenta, es algo que no se pudo hacer. 

En muchos momentos se nos decía que en Cajeme hay un clima de mucha inseguridad. Sin embargo, nunca se pudo constatar para corroborar si eso es así, o forma parte del imaginario social. Es importante hacerlo, la parte cultural, conocer cómo es la vida en ese lugar, como se relacionan hombres y mujeres. La investigación se basa principalmente en lo que proporcionen las instituciones, otras fuentes estadísticas y en las propias entrevistas que una pueda como equipo de trabajo recolectar. Es mínimo para dar un diagnóstico.

La investigación no tiene que recaer exclusivamente en las instituciones educativas, sino en las propias instancias que atienden un problema, quienes tendrían que investigar cuál es el problema, cuál es la dimensión del problema, cuál es la gravedad de ese problema, y de ahí partir para ver cuáles son las políticas. Pero aquí todas las políticas que se hacen sin información previa, incluso los planes estatales o nacionales de desarrollo ¿en qué se basan para decidir? Se hacen de acuerdo a los intereses del funcionario que está ahí. Como no se parte de un conocimiento de la problemática, qué es, dónde es, cómo es, en todas sus variantes, entonces ¿qué impacto puede tener esa política? Yo creo que va a ser mínimo. Como no hay información previa, como los gobiernos no tienen procesada su información, entonces creo que se vuelve a reproducir el mismo problema. Como que se van haciendo políticas siempre con vacíos de información. 

Y lo otro que también te sacude es que no se cumplen las normas. Ejemplo de ello es el banco de datos. ¿Cómo es posible que la información no se pueda llevar a alguna parte en donde otras instituciones también tienen que alimentarlo?  Lo que pasa un día no se junta con lo que pasa al otro día, o lo que pasó el año pasado. Hay un problema ahí de incumplimiento de normas y todo eso se va sumando y va potenciando esos vacíos. El proceso de AVG deja un precedente al Estado de que no está haciendo su trabajo. 

 El Instituto Sonorense de la Mujer, instancia encargada de dar seguimiento al cumplimiento de compromisos adquiridos por el gobierno de Sonora, ante el informe del grupo de trabajo para la AVG en Cajeme, Sonora, anunció que este viernes 29 de enero se instaló una Mesa interinstitucional para ese fin. 

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