México abandona a madre mexicana en la lucha por recuperar a su hija
Silvia
Núñez Esquer
Léoni de vuelta en Hermosillo |
Hermosillo,
Sonora, 11 diciembre 2013.- La pequeña Léoni
Salingue Lara, niña sonorense sustraída por su padre de origen francés,
regresó a Hermosillo, después de pasar cuatro meses en Francia después de
permanecer durante ese periodo con la amenaza del papá de no regresarla al lado de su madre, aduciendo
razones de críticas hacia México, por ser un país cuya organización no es de su
agrado. María
Eiletia Suhei Lara López, madre de Léoni emprendió una lucha por recuperar a su
hija desde agosto pasado, mes en que el padre Thierry Salingue debió haber
devuelto a la niña al hogar materno, luego de llevarla a visitar a sus
familiares en Bourdeux, Francia.
Estudiar el
Código civil francés, practicar y profundizar los pocos conocimientos de la
lengua francesa que había estudiado, escribir a personas que pudieran ayudarle
a lograr su objetivo de traer de vuelta a casa a su pequeña de seis años, fueron
algunas de las acciones que esta madre realizó para poder tener de nuevo
consigo a su segunda hija.
La
Convención de La Haya era la esperanza, ya que es el acuerdo firmado por México y Francia entre
otros países, para dirimir casos de sustracción de menores por alguno de sus
padres sin el consentimiento del otro, como fue el caso de Léoni.
La frialdad
con que fue tratada por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, SRE, así
como lo apresurado del esperado aviso para que se presentara en un juzgado en
donde se definiría en una audiencia si la niña regresaba a México o se quedaba
en Francia, fueron algunas de las viscicitudes que tuvo que sortear.
En la SRE
se le había informado por teléfono que cuando llegara la estaría esperando un
abogado y un traductor. No obstante, cuando ella llegó a Francia y se puso en
contacto con el consulado mexicano en Bourdeux, simplemente le dijeron que no
tenían conocimiento del caso y que no estaban facultados para proporcionarle ni
abogado ni traductor.
Con esa
frialdad Suhei entendió que estaba sola. En esa forma entró en la audiencia que
si bien, era para analizar la probable responsabilidad del padre de su hija,
sobre la sustracción de ésta, el que ella estuviera presente, era determinante.
Sin el
acompañamiento de un abogado y sin traductor,
se tuvo que expresar en una lengua que para ella es ajena, y de la cual
sólo ha cursado algunos niveles.
Pero no
sólo tuvo que pasar prácticamente por el abandono de su país en una nación tan
lejana y con una legislación tan distinta. También tuvo que soportar a fría
soledad de la madre que atraviesa el océano para ir de un continente a otro
para recuperar a su hija.
Esta mujer
decidida a traer de regreso consigo a su hija soportó señalamientos sobre su
persona, su familia y sus amistades, que denostaban su capacidad para hacerse
cargo de la niña, lo cual constituyó el principal argumento del francés.
El
sacrificio de reunir alrededor de doscientos mil pesos, cantidad que erogó para
poder trasladarse acompañada de su madre, pagar traducciones de documentos del
Español al Francés, hospedaje, servicios de una abogada -honorarios de alrededor
de diez mil euros-, pues México nunca le proporcionó ese servicio como se lo
habían prometido, pero indispensables para hacer los trámites que le
permitieran traer a Léoni con ella.
Suhei Lara con su hija Léoni Salingue |
Fue hasta
el día 18 de noviembre la fecha designada para la primera audiencia en
Bourdeaux, Francia, día inhábil en México y por lo tanto inactivo en el
consulado mexicano de esa ciudad. Al reportarse para solicitar apoyo,
simplemente le dijeron que ese día no trabajaron, y que dado que no tenían
conocimiento de su caso, no podían apoyarla ni con abogado ni con traductor.
Aún así, Suhei se presentó a la
audiencia lo que provocó sorpresa en el acusado, resultando un encuentro
sumamente hostil.
Para poder
estar presente en esa audiencia que se prorrogó por varios días a petición del acusado
de sustracción de su hija y de retenerla ilegalmente en su país, Suhei tuvo que
solventar los gastos. En tanto luchaba por convencer a la Jueza que a la vez
funge como fiscal, para que no enviaran a Léoni a un albergue del Estado
durante seis semanas aproximadamente, si acaso definían que le devolvían a la
niña a su madre o que se quedaba con el padre.
Cada vez
que la autoridad resolvía una fecha lejana como si Suhei residiera en Francia,
ésta tenía que rearmar su argumento para convencerla de que no podía permanecer
tanto tiempo por motivos económicos y laborales.
Pero no era
todo lo que la madre de la pequeña tendría que superar ya que Thierry Salingue
estaba resuelto a dificultarle las cosas, por lo que una vez que conoció el
veredicto a favor de la madre mexicana, retuvo el pasaporte y otros documentos
de Léoni para que no pudiera viajar fácilmente.
Esto
implicaba más gastos pues para obtener de nuevo los documentos tendría que
viajar a Paris, con los respectivos gastos que eso ocasionaría. Como una forma
de negociar los documentos Suhei propuso que él devolviera el pasaporte y en
cambio podría estar más días con la niña para despedirse, lo cual convenció al
obstinado padre, lo que dio oportunidad a que toda la familia francesa se
despidiera de Léoni.
Como
corolario de la estrategia del sustractor, éste se declaró en banca rota para
no cumplir con su responsabilidad de hacerse cargo de todos los gastos
ocasionados por su actuación, con lo cual la madre y sus familiares tuvieron
que asumir los costos.
Ya en
Hermosillo, Suhei cuenta que curiosamente fue Angélica Rivera, esposa del
presidente de México, la única persona con cierta autoridad quien estuvo
pendiente del proceso a través de correo electrónico y facebook en respuesta a
un mensaje enviado por la abuela de Léoni exponiéndole el caso.
Otro
funcionario que respondió fue el embajador de México en Francia, Agustín García
López, sólo para afirmar que no estaba facultado para intervenir.
A ese
interés de Rivera, Suhei adjudica que cuando le llamaron de la SRE, algunos días
antes de la audiencia -de la cual tuvo conocimiento dos días antes-, le dijeron
que tenían orden presidencial de atender el caso, y de pedir una actualización
sobre el mismo a Francia.
Sin
embargo, esa aparente disposición
desapareció cuando estuvo Bourdeaux, teniendo que enfrentar sola y con recursos
personales, la audiencia sobre un delito cometido en su contra.
En cambio,
mucha gente se unió a la causa a través de las redes sociales, aún sin
conocerla personalmente. Incluso en la ciudad de Bourdeaux, integrantes de la
comunidad mexicana en ese lugar la apoyaron, incluso un traductor que ofreció
sus servicios.
Con quince
kilos de pruebas en su equipaje, Suhei Lara cargó de México a Francia
documentos, fotos, testimonios, y cualquier evidencia que sustentara sus dichos
y que le valieron para convencer de que era ella quien debía tener a Léoni. En
cambio, su adversario sólo hizo señalamientos que no pudo probar.
Hoy día,
Thierry Salingue tiene girada una orden de protección por la jueza del Juzgado
tercero de lo familiar en Sonora, por medio de la cual él no puede acercarse ni
molestar ni a Suhei, ni a la niña, ni a la familia de ambas.
También se
trabaja en establecer legalmente la custodia completa para Suhei Lara, y una
posible alerta para estar en conocimiento y prevenidas en caso de que el
francés entre por alguna de las fronteras de México.
Ahora que
Léoni está de regreso en casa, y basada en su experiencia, esta madre que
estuvo muy cerca de no volver a ver a su hija de seis años, hace un llamado a
todas las mujeres que tengan hijas o hijos con ciudadanos de otros países, para
que tomen previsiones legales, como tener documentos en donde se defina muy
claramente quién tiene la custodia, no sólo de hecho, sino de derecho.
Yo pude ir
con la ayuda solidaria de mi familia y amistades, una parte endeudándome,
conociendo “quince” palabras en francés con lo cual pude exponer mis
argumentos, pero ¿qué hacen las mujeres que no tienen esos recursos, que no
tiene forma de conseguirlos? ¿O si se lo llevan a otro país más lejano, si no
conocen el idioma? “Curiosamente el apoyo que yo recibí fue de Francia, no de
México”, reflexiona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario