Respeto a la diferencia la temática
Silvia
Núñez Esquer
Hermosillo,
Sonora, 6 diciembre 2013.- No existe ninguna comunicación oficial de parte de
institución o persona alguna que determine que la obra Príncipe y Príncipe no pueda
ser presentada ante los grupos escolares de primaria o secundaria.
Así lo
informó Elizabeth Vargas González, directora de la obra de teatro, producida
con recursos de Instituto Nacional de Bellas Artes y el Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, a través de la Coordinación nacional de teatro, elegida por un jurado de
especialistas de la Ciudad de México, para presentarse en el programa de teatro
escolar.
La puesta
en escena ha causado escozor en algunos sectores de la población de Sonora,
pues la temática se sale de lo tradicional ya que habla del respeto a la
diversidad de pensamiento y de preferencias, no sólo sexual, sino de intereses
profesionales y de vida en general.
La
directora, egresada de la Licenciatura de Artes Escénicas de la Universidad de
Sonora, con quince años como actriz y seis de dirigir teatro para niñas y
niños, explica que no obstante los comentarios vertidos en algunos medios en
donde los representantes de las asociaciones de padres de familia han expresado
que la obra no es “apta” para presentarse a niñas y niños de primaria, asegura
que hasta la fecha a ella no le han comunicado por escrito ninguna
determinación por parte de la Secretaría de Educación y Cultura, acerca de que
la obra esté censurada o prohibida su presentación.
Los
proyectos para teatro escolar funcionan a través de una convocatoria nacional a
través de la cual se reciben propuestas para ser presentadas exclusivamente a
grupos escolares. En el caso de Príncipe
y príncipe, se trata de una serie de cuarenta funciones para grupos de
primaria. Sin embargo, desde el momento en que se presentó la primera vez,
recibió críticas de los grupos conservadores, mismos que han tratado de influir
en la opinión pública para que la obra no sea presentada en el nivel primaria,
y sólo se pueda exhibir a estudiantes de nivel secundaria.
Es así que
la adaptación de Vargas González, para la obra Príncipe y Príncipe de Perla Szuchmacher, cuyo tema es el respeto a la
diferencia, ha causado polémica, al grado de que algunos autores de artículos
periodísticos han vertido una gran dosis de discriminación no sólo contra
homosexuales, al afirmar que “se hacen las víctimas”, sino contra las
feministas acusándolas de “querer imponer” su agenda.
Para
prepararse como directora de esta obra, Elizabeth tomó algunas capacitaciones
para el abordaje de temas difíciles. La obra que tuvo un costo de 129 mil
pesos, fue diseñada para niñas y niños de nueve años en adelante, por lo que
alumnos de cuarto, quinto y sexto de primaria serían el público meta original.
A pesar de
que no hay una comunicación oficial, la censura es velada pues ha ocurrido en
varias ocasiones que los estudiantes están ya arriba del autobús que los
llevaría al teatro, con los permisos de las madres y padres en la mano, y los
bajan del camión, impidiendo que acudan a la función programada, lamenta.
Este jueves 5 de diciembre se llevaron a cabo las últimas funciones del año, mismas que se reanudarán a principios del próximo año, pues sólo se han llevado a cabo diez, de las cuarenta presentaciones programadas.
La responsable del proyecto Príncipe y Príncipe, narra cómo la Secretaría de Educación y Cultura le pidió que presentara ensayos generales para que pudieran verla especialistas maestros y psicólogos, mismos que comenta, nunca mostraron credenciales ni documentos que los acreditaran como tales.
Tampoco le
han entregado observaciones por escrito o una minuta firmada institucionalmente
sobre bases firmes con argumentos profesionales.
Hasta hoy
tampoco ha recibido críticas sobre los contenidos o sobre actos o frases
específicas que puedan dañar o menoscabar el desarrollo de las niñas y niños
por el hecho de presenciar la puesta escénica.
Príncipe y príncipe es una obra con música original de Gerardo
Peña, adaptación de Elizabeth Vargas, y actores y actrices locales. Plantea
situaciones que reflejan lo que ocurre con una madre soltera que privilegia el
respeto a los sentimientos de su hijo. Muestra también a un personaje femenino
que se sale del rol tradicional, al subordinar el matrimonio a sus ideales de
crecimiento como profesionista y como persona. Pero sin duda, lo que ha causado
más sorpresa y algunas opiniones de rechazo es la elección final del príncipe
que decide casarse con otro príncipe en lugar de una princesa.
En relación
al impacto que ha causado en el público, Vargas afirma que el hecho de que
algunas madres y padres lleven a sus hijos pequeños, así como que algunas
escuelas privadas estén solicitando funciones para sus estudiantes, es
indicador de que hay interés y aceptación por el tema de la diversidad sexual,
y el respeto a la diferencia.
En cuanto a
las encuestas que se realizan al salir de la obra, arrojan que las opiniones
por parte de las y los espectadores, han sido positivas. Y a pesar de que ha
recibido llamadas telefónicas de números desconocidos que le advierten que no
siga pues “está causando mucho daño a la niñez”, Elizabeth Vargas se entusiasma
cuando afirma que regresando de vacaciones decembrinas, reanudarán las
presentaciones para los grupos escolares que así lo deseen, pues le gusta
innovar, por lo que Príncipe y Príncipe
es un acierto, ya que más que una simple
obra, es ya un antes y después en la forma de utilizar el teatro como una
herramienta educativa en este caso para la tolerancia y respeto a la
diferencia.
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