domingo, 26 de agosto de 2012

Cerrar un ciclo con la frente en alto

Columna de Emma Larios
 
En política y en la vida, la frase no hay fecha que no se cumpla, ni fecha que no se venza, es incuestionable.

Y esta semana, entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre, se instalará la LXII Legislatura, lo que implica el final del encargo de quienes actualmente somos representantes populares ante el Congreso de la Unión. Se cierra un ciclo político y se abren otros. Es la ley de la vida que aplica también en la política.

En lo personal, ha sido un honor y un privilegio haber tenido la oportunidad de representar a mi estado natal en el Senado de la República.

Ser una de las voces sonorenses para tomar decisiones sobre los aspectos mas importantes del país, es la responsabilidad más grande que he tenido y me siento satisfecha porque, en todo momento, me entregué a esa función generando condiciones para alcanzar el ideal de buen gobierno y bien común.

Legislar es una experiencia muy gratificante cuando se cosechan los frutos de esa labor, pero a la vez puede llegar a ser muy decepcionante cuando se observa tras bambalinas el teatro de la política mexicana.

Aún así, ha sido honor muy grande haber integrado esta LXI Legislatura. Las reformas a la constitución y las leyes que se aprobaron durante este tiempo son de alto impacto y van encaminadas a transformar, en el mediano y largo plazo, el régimen político y jurídico del país.

La reformas de derechos humanos; la reforma en materia de juicio de amparo; reforma política; reforma en materia de acciones colectivas; reformas que ampliaron las facultades del Congreso para atender diferentes problemas sociales, nueva ley migratoria y un largo etcétera.

Domingo a domingo, hemos charlado en este espacio sobre cada uno de los logros legislativos y de la trascendencia de los mismos, en la coyuntura de su discusión y aprobación.

Para su servidora, uno de los trabajos más significativos en esta experiencia como senadora fue el proceso legislativo de la Ley 5 de junio: desde el origen trágico y doloroso que sentimos como sonorenses; por la entereza y solidaridad de padres y madres que decidieron encausar el dolor en una propuesta de ley; por la iniciativa que presenté para legislar sobre el tema; por el proceso legislativo en la que fue determinante el empuje de la sociedad civil; por las luchas políticas activadas desde distintas trincheras para que saliera adelante y, por supuesto, por la aprobación unánime de la nueva Ley.

El descrito fue un proceso legislativo que abordamos en esta columna y en esta semana se ve materializado con la expedición del Reglamento que permitirá, por fin, la aplicación de esta Ley. Ahora desde la sociedad habrá que estar vigilantes a ese proceso.

Otra aportación trascendente de la Legislatura que concluye y que desde la sociedad se debe defender es la ciudadanización de los procesos legislativos: hay que seguir legislando con la ciudadanía.

Se acabaron los tiempos de leyes en lo oscurito y, ahora, cada reforma o discusión, por más mínima que parezca, debe realizarse de cara a una ciudadanía que exige rendición de cuentas y transparencia. Estoy segura que los grupos ciudadanos organizados, que ahora conozco mejor, no permitirán que esto cambie.

Ahora me sumo como ciudadana a esa lucha juntos con muchas personas que estarán atentas del trabajo de diputados y senadores.

Los tiempos políticos se abren y cierran, pero en mi caso la vocación política es una constante. No hice política por el cargo sino que hago política por convicción.

Seguiré haciendo trabajo político desde la sociedad y el partido, porque estoy convencida que México y Sonora necesitan más ciudadanía incidiendo en las políticas públicas.

Como ciudadana y parte de la sociedad civil es tiempo de abrir nuevas trincheras de análisis, deliberación y búsqueda de las acciones ciudadanas que contribuyan al fortalecimiento de la democracia, los derechos humanos, la rendición de cuentas y la transparencia.

Desde esa trinchera estaremos trabajando con la misma vocación que con la que ejercimos el cargo público.

En el ámbito partidista, los panistas tenemos un partido que arreglar y ahí también estaremos trabajando para ello.

En el partido vienen momentos de renovación de principios en los que habrá de ponerse a discusión nuestra doctrina y reflexionaremos sobre la ética política.

Habrá que llevar a cabo esta reflexión pero, al mismo tiempo, tenemos que tender los puentes hacia la ciudadanía. Ahí en el PAN estaremos participando también con proyectos, con ideas, con trabajo.

Sólo resta decir que en ánimos de rendición de cuentas quedo en absoluta disposición para informar a la ciudadanía sobre el trabajo realizado en el Senado de la República.

Agradezco a las y los sonerenses que me brindaron la posibilidad de ser su representante.

Termino esta encomienda con la frente en alto y con la conciencia tranquila, capaz de mirar a los ojos a las ciudadanas y ciudadanos que me dieron su confianza.

Mi lucha continuará y espero pronto coincidir con ustedes para seguir trabajando juntos en la construcción de un Sonora más justo, democrático y transparente.

Publicado en: Periódico Expreso, 25 agosto 2012
http://www.expreso.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=45784:cerrar-un-ciclo-con-la-frente-en-alto&catid=936:charla-con-emma&Itemid=76

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