Incrementa riesgo de muerte materna
Slvia Núñez Esquer
Slvia Núñez Esquer
Hermosillo, Son., 24 mayo 2011.- Un foco rojo constituye el embarazo en mujeres adolescentes en el Estado de Sonora, pues ha ido en aumento en razón de mil por año aproximadamente. Así lo expresó el Doctor Adalberto Rojo Quiñones, Gineco obstetra del Hospital Integral de la Mujer, HIMES.
El encargado del programa de capacitación sobre embarazo adolescente al personal médico, indicó que embarazos, nacimientos, abortos, infecciones de transmisión sexual y muertes maternas en adolescentes se han incrementado, por lo que han implementado programas de prevención y atención para que no se muera ninguna mujer por esa causa.
En base a la estadística estatal, dio a conocer que en 2005 se presentaron 7,628 embarazos en adolescentes, subiendo a 8,166 en 2006. Para 2007 se presentaron 8,698 por lo que cada año superan la meta.
Preocupante fue en 2008 que se incrementó a 10,069 lo cual llegó a 10,535 para el 2010. Tan sólo en el Hospital de la mujer se presentó el 32 por ciento de embarazos en adolescentes, es decir alrededor de 2700, eso es en el rango de edad de 10 a 19 años.
Explicó que el embarazo en la adolescencia temprana es decir de 10 a 14 años, es de muy alto riesgo, lo que se presenta en los aspectos: biológico, psicológico y social. El riesgo biológico es principalmente en la morbilidad que es de hasta seis veces más, en ese campo de edad.
Infecciones, hipertensión, hemorragias, abortos, son algunas de las complicaciones. En el Hospital de la Mujer se ha detectado que un cuarenta por ciento de las adolescentes gestantes no acude con regularidad a control prenatal, dijo.
El problema es que ese cuarenta por ciento que no acude a revisión durante el embarazo, también se refleja en la mortalidad. Del total de muertes maternas, un alto porcentaje, el veinte por ciento son de las pacientes adolescentes. Dos o tres de cada diez embarazadas que mueren son adolescentes, precisó.
A pesar de que la muerte materna se ha ido abatiendo en el Estado, gracias a los programas que se han implementado para preservar la vida de las mujeres, y sobre todo abatir las condiciones de vulnerabilidad, ésta se sigue presentando. A partir del 2005 en que ocurrían alrededor de diez y ocho casos anuales, la muerte materna empezó a bajar, y actualmente Sonora tiene de nueve a diez muertes maternas por año.
Aunque a la baja, es una situación que no debe enorgullecernos porque no se debe morir ninguna mujer, reflexiona. Por ello han implementado un programa de entrenamiento a médicos que se encargan de atención primaria de la paciente embarazada, para que identifiquen los riesgos y ella pueda llegar con toda oportunidad.
El personal médico está preparado para enfrentar las emergencias obstétricas y sobre todo para identificar en forma temprana, aquellas pacientes que puedan estar en riesgo de mortalidad. No hay características fijas, pero muchas veces por situaciones que circundan a la misma paciente, ellas llegan tarde y hemos tenido mortalidad ciertamente. Son muertes prevenibles, pero si las agarramos en estadíos tardíos, llegan aquí prácticamente a morirse, lamenta.
Señaló que la situación de pobreza, la no asistencia a la escuela, el uso de algunos tóxicos, alcohol, tabaco, pastillas o falta de una familia que la apoye, son particularidades que llevan a un embarazo en la adolescencia.
Seis de cada diez nacimientos en Sonora son de madres adolescentes, pero los abortos son casi mil por año, las infecciones de transmisión sexual también han aumentado en alrededor de mil quinientos.
En cuanto a la prevención el doctor Rojo Quiñones expresó que el embarazo adolescente, en lugar de diagnosticarlo, tratarlo y manejarlo, lo ideal sería evitarlo. Por lo que el HIMES tiene programas de educación para dar a conocer a las y los adolescentes la información relativa a los métodos anticonceptivos.
Expresó que las y los jóvenes tienen derecho a solicitar y recibir la información y a obtener los anticonceptivos cuando así lo soliciten. Está plenamente legislado que los adolescentes tienen derecho a conocer su cuerpo y a saber cómo pueden evitarse los embarazos, enfatizó.
No obstante que el Hospital de la mujer es para atender segundo y tercer nivel, están reforzando el primer nivel, el de la prevención. Queremos hablar con la paciente que no está embarazada para que aprenda a usar su metodología de planificación.
Sobre la libertad de las y los adolescentes para llegar sin la compañía de tutores a obtener información y en su caso métodos anticonceptivos, respondió que la información no se la pueden negar, pues es un derecho. “Es mi derecho como adolescente conocer, y es obligación de los prestadores de salud que me den la información”, finaliza.
2 comentarios:
nos gustaría saber sus fuentes y sus estadísticas
gracias
Como se menciona en la nota, la fuente es el Hospital Integral de la Mujer del Estado de Sonora.
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