domingo, 18 de julio de 2010

Solicitud de las mujeres a la CEDH

Hermosillo, Sonora, 14 julio 2010

LIC. RAÚL ARTURO RAMÍREZ RAMÍREZ

Comisión Estatal de Derechos Humanos

PRESIDENTE

Lic. Ramírez:

Desde el 4 de febrero de 2010, día en que usted tomó protesta como Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, habíamos albergado la esperanza de que a diferencia del anterior ombudsman diera alguna muestra de que todos los sectores de la sociedad podemos sentir que nuestros derechos humanos tienen alguien que vigila que sean garantizados.

En estos cinco meses mujeres de varias organizaciones y redes hemos solicitado en dos ocasiones una reunión con usted para establecer la agenda que desde el enfoque de las mujeres consideramos debería tener la CEDH, en vías de recuperar el rumbo extraviado en las administraciones anteriores.

Para nuestra decepción, hasta la fecha no hemos tenido respuesta a nuestra petición, ni hemos sido convocadas, lo que poco ayuda a garantizar el enfoque de género que todas las instituciones y dependencias deben tener en México, como consecuencia del marco legal en los ámbitos de igualdad y respeto a las libertades y derechos humanos de las mujeres, con que hoy cuenta nuestro país.

Hasta este día las mujeres en Sonora no sabemos qué es lo que la CEDH está haciendo para vigilar que las autoridades cumplan cabalmente su obligación de garantizar nuestros derechos humanos para evitar que sean vulnerados como ocurre constantemente, según hemos documentado con anterioridad en los ámbitos de salud, justicia, legislativo, laboral, escolar y político.

El estado de Sonora tiene una deuda con las mujeres al habernos coartado la libertad que todo ser humano debe tener de decidir sobre su reproducción, al reformar la constitución en su artículo primero para proteger al producto de la fecundación, por sobre los derechos humanos de la mujer que por circunstancias diversas y que sólo a ella competen, ha tenido un embarazo no deseado o incluso impuesto por medio de la violencia.

Por otra parte, el nombramiento del consejo de la CEDH es una burla, pues proviniendo del ejecutivo estatal, contraviene cualquier principio de autonomía como instancia ciudadana. Desconocemos el nombre y status de sus integrantes actuales, y de antemano declaramos que no estamos representadas en ese organismo, por lo que debe reconsiderarse su composición, para que cumpla realmente su función de asesorar con una representación ciudadana plural real.

Bajo ninguna circunstancia debe ser el gobernador quien nombre el consejo de la CEDH, y debe ser la propia comisión la que promueva ante el congreso del Estado la reforma a la ley, rumbo a una verdadera independencia de la instancia sobre la cual, en teoría, se ejerce vigilancia para que garantice el respeto a los derechos humanos.

Las mujeres debemos estar representadas en ese Consejo con toda la diversidad que nos caracteriza. Ya no se puede avalar por la instancia defensora de derechos humanos, la caricatura de consejo y de comisión que hemos padecido en los últimos años.

Las y los sonorenses requerimos hoy más que nunca, de una verdadera instancia que se aleje de simulaciones y defensa del confort relativo al puesto, que asuma la defensa de nuestros derechos humanos, pues cada día las autoridades pisotean más su responsabilidad garantista, para fundirse igual con el crimen organizado, que con empresarios voraces, o legisladores que hacen leyes pensando en preceptos religiosos, que a diario pisotean sin ningún sonrojo nuestros más elementales derechos.

La credibilidad de la CEDH está en juego, de usted depende su recuperación.

A T E N T A M E N T E

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1 comentario:

pedro martin espinoza dijo...

¿por que las y los? si en verdad somos iguales ustedes no deben gozar de preferencia