jueves, 27 de marzo de 2008

Liberan a Adriana González

Permanecía en huelga de hambre desde hace cinco días dentro del cereso

Silvia Núñez Esquer

Hermosillo, Sonora, 27 marzo 08.- Luego de que el presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional PRI, Ernesto De Lucas pagara la fianza de 12 mil 40 pesos, Adriana González Celaya la única de las ambientalistas que permanecía presa desde el 14 de marzo, al negarse a pagar la fianza por considerar que no cometió ningún delito, salió del Cereso femenil la madrugada de hoy.

En entrevista con cimacnoticias, la defensora del parque de Villa de Seris Adriana González Celaya opinó que quienes pagaron la fianza al saber que ella no había aceptado ayuda de familiares ni amistades para que pagaran el monto, valoraron costos y eligieron el costo menor.

Dijo que aunque de alguna manera ya se lo esperaba porque hace dos días un abogado que se autodenominó del centro de readaptación le informó que podían pagar la fianza, nunca pensó que serían tan burdos ya que con eso, aceptan que ella tiene la razón.

“Bours demuestra que está aceptando mi exoneración al pagar la fianza” aseguró la activista refiriéndose al gobernador del Estado quien es el principal impulsor del proyecto Musas que se construirá en los terrenos del parque.

Sobre el trato que recibió dentro del penal Adriana reflexiona sobre la manera en que se imparte justicia en México. Narró que desde el momento de su detención, la forma excesiva en que se impuso la fuerza policial concluyó en un brazo lastimado, aunado a un esguince cervical que ya le habían producido en días pasados en su primera detención.

Denunció que estando frente al Agente del Ministerio Público, éste le dijo que ahí nadie tenía derechos, al solicitar hablar con su abogado antes de hacer cualquier declaración. De ahí en adelante, todo fue prepotencia, intimidación, burlas, ausencia de derechos.

González Celaya, quien permanecía en huelga de hambre dentro del penal desde hace cinco días, fue recibida por un grupo de activistas que habían iniciado a su vez, una huelga de hambre rotativa en apoyo a su causa.

El juez tercero de lo penal le había fijado una fianza de 12 mil 40 pesos al igual que a los otros cinco activistas, pero ella decidió no pagarla ya que consideraba que los delitos que se le imputaban eran fabricados y en realidad el castigo era para la participación en defensa del Parque de Villa de Seris.

La ambientalista había exigido que se detuviera la tala y extracción de los más de trescientos árboles que conformaban el parque. Igualmente exigía que las autoridades den a conocer con transparencia todos los aspectos que rodean el proceso, aspectos técnicos, legales y ambientales para la construcción del proyecto Musas.

Adriana González sostiene que seguirá en la lucha y aseguró que nadie puede tratar de comprar conciencias. “Somos un grupo que todo el tiempo se comportó congruente, se hizo resistencia civil pacífica” dice, y agrega que el suyo fue el recurso extremo para que se restituyeran sus derechos constitucionales y que se retiren en su totalidad los cargos contra ella.

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