Silvia Núñez Esquer | Hermosillo, Sonora | 25 de noviembre de 2020
En pleno 25 de noviembre, Día internacional por la eliminación de la violencia contra las mujeres, Cecilia Delgado Grijalva, fundadora del colectivo Buscadoras por la Paz, recibe noticias de que uno de los cuerpos encontrados al sur de la ciudad de Hermosillo, podría ser el de su hijo.
En días recientes Buscadoras por la paz anunció que en búsqueda en ese sector encontraron diez y seis cuerpos en fosas clandestinas, de los cuales al menos tres eran mujeres.
Pero Ceci Delgado no imaginaba que justo en ese impactante hallazgo por la cantidad que representa, estuviera el de su hijo Jesús Ramón Martínez Delgado, desaparecido desde el 2 de diciembre de 2018.
Ahí, un cuerpo que fue encontrado por una de sus compañeras al oscurecer, por un retraso en el regreso de la buscadora de Guaymas, para verse en el punto de reunión, estaba el hijo que fue sacado de su trabajo por presuntos policías estatales, hace casi dos diciembres ya.
Mientras cuenta que todo indicaba que era su hijo, por fuera del Servicio Médico Forense, Semefo, la dolida madre expresó que, aunque es muy doloroso pues le hubiera gustado encontrarlo vivo, es importante saber dónde está.
Lo que resta es esperar la confirmación de la identificación genética, pero ella como madre tiene la certeza de que es su hijo desaparecido una noche de invierno, justo antes de que se dispusiera a cenar, quedando el plato con su comida caliente servido en una mesa que daba testimonio de la brusca salida del joven.
“Todo indica que sí es mi bebé”, llora Cecilia. Considera que sería mucha casualidad si no fuera él, pues tiene sus brackets, tiene los arreglos que le hicieron en sus muelas, trae la ropa, el muchacho que desapareció con él trae la misma ropa, “ya sería demasiado que no fuera”, dice.
“Dos años de dolor, de tristeza, pero hoy me tocó, al parecer es mi hijo, mi bebé”, narró a la vez que denunciaba que mientras esperaba le pidieron que se callara porque molestaría a la Fiscal. Lo que quiero es que me escuchen, yo les pedí, les supliqué, que me ayudaran, que me apoyaran, “cuando recién pasó lo de mi hijo, nunca hicieron nada”, reveló.
Refiriéndose a las autoridades, continuó su denuncia diciendo que nunca hacen nada porque no les importa, no les importa su dolor, su sufrimiento, no les importa nada, se mantienen ajenos porque piensan que nunca les va a pasar nada.
“Aquí estoy con un dolor tremendo, estoy desgarrada por dentro y me falta uno, Moisés”. Se trata de su sobrino desaparecido hace cuatro meses, “pero igual voy a seguir en la lucha. Le cumplí a mi niño, no paré de luchar por él, falta la prueba genética, donde me aseguren que sí es”.
Fueron los policías estatales: hermana
Blanca Acosta Delgado, hermana de Jesús Ramón, explica en entrevista con cimacnoticias cómo es que a su hermano se lo llevaron policías estatales que llegaron a robar el negocio de su mamá, que era atendido y solía cerrarlo su hermano.
Fue en el momento en el que él cerraba el establecimiento y se disponía a retirarse a su vivienda que se encuentra justo arriba del negocio, en el mismo local, cuando entraron varios hombres encapuchados, portando la vestimenta de la policía estatal, y en una patrulla de la misma corporación, con número que fue registrado por testigos, y se llevaron a su hermano para nunca más devolverlo.
Casi dos años después, la familia afirma que, entre todas las acciones, pesquisas, datos, testimonios, evidencias, que han proporcionado a las autoridades, no lograron que hubiera una búsqueda institucional con vida.
Los hombres que aparentemente entraron a robar, pues se llevaron todo el dinero de la venta del día del negocio que se ubica al norte de la ciudad, decidieron también llevarse a Jesús Ramón y no regresarlo, incluso privarlo de la vida y enterrarlo.
Él se retiraba ya a cenar, pero no alcanzó a ingerir los alimentos que ya estaban servidos, pues junto con un amigo fue privado de la libertad y de la vida. “Estaba el plato servido todavía, su soda de Coca preferida, y hasta sus galletas, y se lo llevaron antes de que empezara a cenar”, recuerda.
El mayor de los tres hijos de Cecilia Delgado, era padre de tres hijos pequeños, que ahora forman parte del gran número de huérfanos de personas desaparecidas.
El peregrinar fue desde interponer la denuncia en la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, AMIC, hasta realizar el recorrido desesperado por Servicio México Forense, Semefo.
Siguieron hospitales, preguntar en cualquier parte que pudiera estar, donde pudieran entrar a hablar con las personas, fueron al monte, a las vías del tren, buscando a su hermano, ya que no había respuesta por parte de las autoridades.
Pero hasta la fecha, no obtuvieron ninguna respuesta, hasta que se toparon con ella debajo de la tierra. Incluso pasaron por la descalificación de su palabra al decirles que la patrulla que ellas habían mencionado “no existía, que no era de ellos, que no estaba en circulación”.
Sin embargo, narra Blanca, su madre en una de las búsquedas encontró la patrulla parada en un depósito de vehículos de desecho.
A la fecha nunca les dieron respuesta. Las excusas han sido variadas: Que las cámaras del C5 no funcionaban, que no pudieron ver quién se había llevado a su hermano, negaron completamente que había sido la policía quien se lo había llevado, pero ya había personas que habían visto lo que ocurrió y cómo ocurrió, ellos vieron que fueron policías estatales, afirma con seguridad.
Además de su hermano, su primo Moisés Reynoso Delgado fue desaparecido hace cuatro meses, sin que a la fecha conozcan su paradero. Aunque fue en circunstancias distintas, también fue privado de la libertad en su propia casa.
Para Blanca, hermana y prima que ha vivido la desaparición de cerca, que ha sufrido junto con su madre Cecilia Delgado, líder de Buscadoras por la Paz, el profundo hueco de la ausencia, expresa que es uno de los dolores emocionales más fuertes que ha vivido.
“Si me estoy muriendo por dentro y es mi hermano, no me quiero imaginar cómo está mi madre”, reflexiona.
Sonora es uno de los diez estados con mayor número de reportes de personas desaparecidas y no localizadas. La Comisión Nacional de Búsqueda, a través de su titular Karla Quintana Osuna, actualizó hoy las cifras sobre víctimas de desaparición forzada.
Después de Jalisco que reporta 3,367 y Guanajuato con 1235, Sonora ocupa el tercer lugar con 1222 personas reportadas como desaparecidas y no localizadas durante este sexenio, en el periodo del 1 de diciembre de 2018 al 23 de noviembre de 2020.
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