sábado, 11 de agosto de 2018

Amig@s del parque Madero, un ejemplo de participación ciudadana


Cuatro intentos de modificación del único bosque urbano de Hermosillo han podido parar

Silvia Núñez Esquer

Hermosillo, Sonora, 11 de agosto 2018.- Al menos cuatro han sido los proyectos que han puesto en riesgo la integridad del único bosque urbano con el que cuenta Hermosillo.

Cada trienio de los cuatro recientes, ha sido marcado por el intento de instalación de aditamentos ajenos al parque, o disección del mismo, e incluso inundación de una parte del parque Madero, con fines recreativo-empresariales.

El más remoto que a esta generación le ha tocado defender sucedió en el trienio de la presidenta municipal María Dolores Del Río (2003-2006). 

Se trataba de la instalación de puestos para venta, consistentes en hileras de espacios delimitados por malla  de alambre, que la gente pronto los bautizó como “gallineros”.  La alcaldesa recapacitó y retiró la iniciativa en una muestra de apertura hacia las reflexiones y peticiones ciudadanas.

Después vino la construcción de un lago artificial que formaba parte de un proyecto integral del presidente municipal Javier Gándara Magaña (2009-2012). El plan era dotar de identidad visual a la ciudad colocando las letras hmo (clave aeroportuaria) en diversos puntos que a su vez serían modificados de acuerdo al proyecto, entre ellos el parque Madero.

Ahí estuvieron los Amig@s del parque Madero para hacer llegar sus reflexiones y observaciones, que aunadas a la de los investigadores de El Colegio de Sonora, y de los vecinos organizados que veían en el lago una oportunidad para diseminar la plaga del dengue, lograron pararla. 

No así el derrumbe de la fuente histórica, que fue sustituida por otra, para ejercer el presupuesto.
Finalmente el área del lago se convirtió en lo que se denominó parque hundido.

Tampoco pudieron lograr que se suspendiera el proyecto de instalación del cerco perimetral de 1606 metros lineales que existe hasta hoy, pues se trataba de ejercer el dinero a como diera lugar, sin importar las modificaciones sustanciales del parque, a pesar de las carencias para las que no se destinan recursos.

El tercer intento de modificación fue en el trienio de Alejandro López Caballero (2012-2015), en el que de repente, se anunció a pregunta expresa de los Amig@d del parque Madero, que se construiría un teatro justo en el pasto que funge como espacio para los espectadores de los eventos artísticos que se presentan en la concha acústica. 

El proyecto amenazaba con irrumpir el paisaje con una mole de cemento en donde había pasto, y árboles, por lo que después de varias reuniones entre los funcionarios responsables y los Amig@s del Parque Madero, -que ahí fue donde se autonombraron así- culminó en la reubicación del mismo a la colonia Puerta Real. 

Se aprovechó el recurso etiquetado, tal como se comprometió el alcalde López Caballero, en diálogo con las y los ciudadanos, en el propio lugar donde se pretendía construir el teatro. 

Y así  han estado los Amig@s del parque Madero, como usuarios y como vigilantes del área verde, para percatarse cuando algo no anda bien, al iniciar mediciones y/o excavaciones.

Además en algunos casos, también la tala inmoderada de árboles para la modificación, como fue el caso de la fallida fabricación de un lago artificial. 

Algunos de ellos y ellas participaron en la defensa del Parque de Villa de Seris, cuyo régimen jurídico, permitió que estuviera en manos de los ejidatarios la anuencia para su venta.

Rematado a un precio menor del valor real por su ubicación, el penúltimo bosque urbano de Hermosillo fue devastado para construir un malogrado conjunto cultural que nadie pidió, y que solo vino a sustituir un área arbolada, tan recomendada por el acelerado cambio climático, por construcciones de cemento que ayudan a subir más la intensa temperatura en la ciudad.

No solo eso, el codiciado territorio, por el valor comercial actual, dio paso a la tala de árboles en una planicie en donde se instaló un casino y un centro comercial, en una sociedad que cada vez  con preocupación advierte una nueva adicción que es la ludopatía, estimulada por las autoridades al otorgar cada día más permisos.

De hecho podemos afirmar que Hermosillo pasó de ser la ciudad de los naranjos, a la ciudad de los casinos, pues hay varios en cada punto cardinal de la ciudad. Si no existía la adicción por el juego, hoy día por el número de usuarias y usuarios, podemos percatarnos de que sí.

Los después llamados Amig@s del parque Madero no pudieron lograr suspender el derribamiento del parque de Villa de Seris ubicado frente a la Casa de la cultura de Hermosillo, pues los intereses económicos superaban la conciencia de que cada árbol menos, abona a un inminente grado más a la temperatura.

Es por ello, que defender el ahora único bosque urbano cobra vital importancia para estos vigías del lugar que forma parte del patrimonio cultural inmaterial de los hermosillenses.

El intento más reciente de modificación, fue cuando se dio a conocer que el día 30 de julio pasado, se iniciaría la construcción de un parque canino en 2500 metros del parque Madero.

De nueva cuenta, los Amig@s del parque Madero, que visitan a diario el mismo por ser usuarios frecuentes, advirtieron del intento de intervención. 

En un nuevo ejercicio de participación ciudadana, acudieron a las autoridades correspondientes para solicitar información oficial, en este caso sobre el proyecto ejecutivo, el proyecto operativo, el plano de construcción y el reglamento de uso, como documentos básicos.

Solicitaron reuniones con funcionarios competentes, logrando la realización de algunas de éstas.
Descubrieron que la solicitud había sido hecha hace dos años, que se concedió su realización a petición de una organización ciudadana, sin que mediara un diagnóstico que concluyera su necesidad.
En el plano, se llama al proyecto “Cerco perimetral”, y da cuenta de cómo se instalaría un cerco que a su vez tendría divisiones internas del área cercada. 

Esto una vez más modificaría la integridad del parque Madero, lo cual no dista mucho de los anteriores proyectos, por lo que resultaba inviable por las afectaciones inminentes.

En su búsqueda de información para intentar establecer la viabilidad de que tan noble proyecto tuviera una salida similar a la del teatro de López Caballero, ahora en el trienio de Manuel Acosta (2015-2018), iniciaron un recorrido por áreas de la ciudad que pudieran acoger la instalación de un parque con esas características.

Y lo que descubrieron es que hay seres extraordinarios que sin proponérselo han dejado huella en la historia por el respeto y protección de los animales. 

Personas que han dado su tiempo, esfuerzo y experiencia al dejar un legado de conocimiento y de espacio físico para esos seres de compañía que tanto aportan al bienestar de las familias como un miembro más.

Hoy día Hermosillo puede decir que tiene un lugar en donde los perros son felices, un sitio en donde como salón de  juegos, pueden correr a sus anchas, brincar obstáculos, escarbar en la tierra pues no hay pasto que les impida hacerlo, y hasta festejar su cumpleaños. 

Ese punto de la ciudad dedicado a los perros, es el parque canino gestionado, diseñado, creado y atendido por Amanda Téllez.

Esta animalista integrante de la Comunidad Animalera Trabajando (COAT), no busca otra cosa que el bienestar de los canes de todo tipo, por lo que se propuso impulsar el primer parque canino de Hermosillo, cuando nadie pensaba en ello. 

Eso se demuestra cuando vemos el fervor que imprime al describir las actividades que realizan para agasajar a los perros con lo que más les gusta: correr, interactuar con sus familias humanas; y el cuidado que pone al mantener el lugar limpio y en las mejores condiciones para ellos. 

A pesar de que el tema de su razón de integrarse como un colectivo es vigilar y cuidar la integridad del parque Madero, los Amig@s del parque Madero, han elevado la vista hacia la necesidad de conquistar nuevos espacios para reverdecerlos.

De igual forma se unen a la causa por el rescate de los espacios que han sido abandonados, vandalizados y olvidados en las colonias de la ciudad, para que sean habilitados como parques para que los animales de compañía puedan disfrutar en cualquier punto de la ciudad y no solo en uno.

Así éstos tendrían un espacio para ellos y sus familias humanas, sin afectar puntos de la ciudad que tienen otros propósitos como el parque Madero, que acoge a familias completas de bajos recursos que pasan el día en sus áreas arboladas, y que resultarían desplazadas, entre otros, al instalar un cerco interno. 

Los Amig@s del Parque Madero preparan varias actividades que ayuden aún más a concienciar sobre la preservación del único pulmón verde de la ciudad. 

Analizar los antecedentes en un foro, impulsar el reglamento de la Ley de protección a los árboles, y que ese bosque urbano se convierta por fin en un área protegida, son algunas de las actividades próximas de los Amig@s del parque Madero.  Congratulémonos por ello. 


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