domingo, 26 de junio de 2016

Violencia, paz y la barbarie de Oaxaca

OPINIÓN
VIOLENCIA
   MUJER SONORA

Por: Silvia Núñez Esquer*
Cimacnoticias | Sonora.- 21/06/2016 
Participamos en el seminario “Violencia y paz, diagnósticos y propuestas para México”, y el tema de la masacre de Oaxaca atraviesa todas las mesas, todos los temas, todas las conversaciones.

Los días 20 y 21 de junio, en El Colegio de México, y 22 de junio en el Senado, académicas y académicos de diversas instituciones, procedentes de diversos estados del país, analizan e intercambian resultados de sus investigaciones sobre las violencias que aquejan a México.

Pero también activistas de 10 entidades hemos sido invitadas a participar en el foro con líderes sociales por una cultura de la paz. Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Baja California, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas son entidades donde personas que nos declaramos defensoras de los Derechos Humanos incidimos en alguna vertiente de la violencia, cada quien en la forma que ha ido desarrollando experiencia durante años para impulsar a veces políticas públicas, y en otras, leyes y reglamentos que propicien condiciones para llegar a la tan anhelada paz.

Pero es justo la paz el concepto que crea debate, pues por ejemplo las feministas bien sabemos que hablar de paz significa que nos pidan que dejemos de movilizarnos y pasemos a unirnos a las prácticas institucionales sin críticas.

Pero los años nos han enseñado que la paz se tiene que construir eliminando los obstáculos que alejan a  mujeres y hombres de un ejercicio pleno de derechos. Las y los activistas lo hemos vivido en algún momento, cuando nos proponen o nos hacen el llamado a no denunciar de frente, a no visibilizar las fallas estructurales que permiten la violencia institucional, por ejemplo.

En este contexto del seminario “Violencia y paz”, en el que se ha hablado de las luchas y violencia en Sonora; o del caso de Sinaloa y la participación de la sociedad; de las violencias en Baja California; donde hemos escuchado un diagnóstico sobre violencia en Chihuahua; la terrible situación que no da tregua en Michoacán, Oaxaca y Guerrero; y la honda herida llamada Nochixtlán, en Oaxaca, ha sido el ejemplo citado una y otra vez por encarnar ya no la omisión o la complicidad del Estado mexicano, sino la frontal agresión, el brutal ataque desproporcionado contra la población desarmada.

Este martes 21 de junio, las y los investigadores seguirán exponiendo a partir de su trabajo académico el diagnóstico de las violencias enfocándose en lo que sucede en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, para después dar paso al panorama de las violencias desde las visiones regionales: noreste, sur y noroeste de México.

Sergio Aguayo, coordinador general del seminario “Violencia y Paz”, de El Colegio de México, y Floylán Enciso, responsable del comité organizador, han querido reunir también a quienes desde los diversos puntos del país hemos emprendido alguna lucha encaminada a terminar con las violencias, a través de la vía ciudadana.

Y estaremos ahí este miércoles 22 de junio en el Senado hablándole a las y los legisladores –no a todos, sólo a los que han confirmado que estarán presentes–, para decirles y contarles lo que estamos haciendo en nuestros lugares de procedencia y cómo vamos sorteando lo que ello implica. Para algunos, desgaste, frustración y tristeza. Para otros, amenazas, acoso y hasta agresiones consumadas.

De Chihuahua estará Carlos Fong Ronquillo, miembro de la Asamblea contra la Militarización; de Sinaloa, Javier Llausás Magaña, empresario y líder del Movimiento Sinaloense de Participación Social; Fernando Ocegueda Flores, representante de la organización Unidos por los Desaparecidos, de Tijuana, BC; y Silvia Núñez Esquer, del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en Sonora. Somos quienes tendremos la oportunidad de exponer nuestras vivencias y carencias en el noroeste de México.

De la parte sur del país participarán el sacerdote Alejandro Solalinde, integrante de la Comisión de la Verdad en Oaxaca y fundador del albergue “Hermanos en el Camino”; Abel Barrera Hernández, fundador del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, de Guerrero; y José Luis Segura Barragán, presbítero de la Tenencia de Felipe Carrillo Puerto “La Ruana”, en el municipio de Buenavista, Michoacán.

Por la parte noreste de México participarán Jorge Verástegui, defensor de Derechos Humanos, de Coahuila; Lourdes Huerta, de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos, de Nuevo León; y Raymundo Ramos, del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo y Valor por Tamaulipas, de Tamaulipas.

Migrantes, desaparecidos, masacrados por militares, víctimas del crimen organizado, víctimas de feminicidio, despojados de sus territorios, desplazados, son algunos de los temas de incidencia de estos 10 activistas que fuimos invitados por los coordinadores del seminario “Violencia y paz”.

De Sonora, hablaremos de cómo las mujeres son asesinadas principalmente por sus parejas, ex parejas, parientes u hombres conocidos, dentro de sus domicilios, cuando ellas no cumplen el rol de género impuesto por la sociedad.

Haremos un recuento del horror que hemos documentado en ocho años, cuando nos encontramos que a las bebés las asesinan sus padrastros a golpes. También haremos ver cómo a las niñas mayores, de entre cinco y 11 años, las matan parientes o vecinos después de llevarlas engañadas para abusar sexualmente de ellas, y cuando piden auxilio las asfixian hasta dejarlas sin vida para que no los delaten.

Pero también hablaremos de cómo son las jóvenes las mayormente afectadas por la violencia de género y el feminicidio, aunque si ellas han estado involucradas directa o indirectamente en actividades delictivas o en oficios estigmatizados, la desvalorización de su vida y muerte como digna de merecer justicia, es evidente para las autoridades, para los medios de comunicación y una buena parte de la sociedad.

Eso y cuán necesario es un marco jurídico para dar certeza a las víctimas y a sus familias de que se hará justicia, es lo que expondremos. No la legislación por sí misma ni aislada, sino como una plataforma para sustentar la dimensión de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en igualdad de importancia que la prevención, atención y erradicación.

Este miércoles vamos a participar de un ejercicio inédito, en el que las y los senadores escucharán por qué es necesario que desde la sociedad civil sigamos visibilizando la violencia, aun si con ello incomodamos.

La invitación es abierta, en el auditorio Octavio Paz del Senado, este miércoles 22 de junio a las 10:00 horas.

Twitter: @mujersonora

*Periodista integrante de la Red Nacional de Periodistas y directora del blog Mujer Sonora (http://mujersonora.blogspot.mx/).

16/SNE/RMB


No hay comentarios: