Negarse a propuestas sexuales le costó el hostigamiento laboral
Silvia
Núñez Esquer
Hermosillo,
Sonora, 5 agosto 2015.- La ex asesora del Instituto Nacional Electoral (INE) Leyla
Acedo Ung, denunció hostigamiento sexual y laboral de parte de su jefe directo
José Roberto Ruiz Saldaña, consejero del INE, razón por la que dejó el empleo
el pasado 1 de mayo.
La denuncia
fue interpuesta ante la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No
Discriminación del INE, la Comisión Nacional de Derechos Humanos,
y la
Fiscalía Especial para los Delitos de
Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA). Su interés por
denunciar ante las diversas instancias tiene como propósito que los otros
organismos también tomen postura, y con ello evitar que su caso se resuelva en
forma privada, entre unos cuantos, y tratar de garantizar que existan elementos
para que no se vuelva a presentar el hostigamiento.
En
entrevista Acedo Ung expresó que las mujeres están muy vulnerables en ese tipo
de trabajos desempeñados en las instituciones públicas, y en especial en
espacios de relaciones laborales de confianza. Lamentó que el Protocolo para
Prevenir, Atender y Sancionar el Hostigamiento y Acoso Sexual y Laboral del
INE, niegue la posibilidad de que exista violencia en mandos medios.
Consideró
que la violencia está permeada en todos los niveles jerárquicos y ese es el
punto medular de su caso, pues ella estaba contratada como personal de
confianza. Solamente se considera que la violencia puede suceder en los niveles
bajos, siendo que la violencia está en todos los planos estructurales, lamentó.
Recordó que
la mayor parte del personal de confianza en el INE son hombres, precisamente
por los tipos de dinámica laboral con jornadas de más de diez horas, no ven a los hijos/hijas, y
por lo mismo, al ser menos cantidad de mujeres, están más vulnerables, y menos
protegidas ante este tipo de situaciones. Lo ocurrido a ella es un reflejo de
la violencia estructural que vive el país y que trastoca los planos laborales.
A siete días de presentada la denuncia, el instituto emitió hoy un
comunicado en el que informa que la institución atiende la inconformidad bajo
la normatividad vigente para su resolución respetando las vías y tiempos
establecidos. Agrega que agotará todas las investigaciones para que el caso sea
aclarado a la brevedad, “Tal como el propio Consejero Ruiz Saldaña lo ha
solicitado”.
Sin
embargo, la Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación del INE,
no se ha pronunciado al respecto, por lo que ella supone están buscando alguna
variable por medio de la cual puedan analizar su caso y atenderlo de acuerdo al
protocolo. La Unidad de Género está instalada por decreto gubernamental, pues
todas las instituciones deben tener una, más no ha surtido un efecto que
atraviese todas las tomas de decisiones, incluida la selección del personal y
de los representantes en este caso los consejeros, que garantice no sólo que
tengan un diploma sino una práctica constante, afirmó Leyla.
Originaria
de Hermosillo, Sonora, Licenciada en Derecho, Maestra en Ciencias Sociales y
candidata a Doctora, Leyla Acedo afirma que la capacitación siempre se da a las
personas de los rangos inferiores, cuando los tomadores de decisiones, las
autoridades y los directivos no están necesariamente preparados, y lo que es
peor no se les está capacitando para tener una sensibilización en ese sentido,
pues se asume -y es parte de la cultura jerárquica que tenemos- que “si eres el jefe ya no necesitas
capacitación. O que ya no necesitas reforzar ciertos aspectos”, comenta.
En la
medida que las propuestas verbales y por mensajes a través del dispositivo
móvil de “Hacer una vida juntos” o “Tener un hijo de ambos”, tuvieron como
respuesta una negativa contundente y el llamado de atención para que el jefe se
abstuviera de utilizar los espacios y relaciones laborales para fines
distintos, el comportamiento del agresor cambió, tornándose en maltrato
constante.
La afectada
por violencia sexual y laboral comentó que no había denunciado por miedo y por
inseguridad en cuanto a su capacidad profesional, pues su autoestima se vio
afectada, ya que las subestimaciones a su trabajo fueron parte de la violencia
laboral que sufrió. “Me empecé a enfermar de todo, no me aliviaba, me dio
influenza, estuve con el sistema inmunológico muy deteriorado”, recuerda.
Considera que la mejor muestra de que el hostigamiento afectó su salud es que
desde que salió de trabajar en el INE no se ha vuelto a enfermar.
Una vez que
ha pasado por el reforzamiento psicológico, aclara que lo que pide es garantía
de no repetición para el resto de su equipo y para todo del personal del INE,
porque es una práctica que ocurre y que seguirá ocurriendo. No demanda
reinstalación ni alguna compensación monetaria. Su única solicitud es la
garantía de no repetición y eso tendría que traducirse en alguna sanción para
el agresor, y modificar el Protocolo para Prevenir, Atender y Sancionar el
Hostigamiento y Acoso Sexual y Laboral del INE para que incluya al personal de
confianza. Implicaría también reforzar los estándares de evaluación y de
sanción ante el hostigamiento sexual y laboral a todos los mandos.
Que se
incluya en el estatuto y en el propio protocolo la incorporación de este tipo
de casos de mandos medios, de personal de confianza, puesto que el
hostigamiento se da a todos los niveles. Lo más importante es el reconocimiento
de que existe un acto de hostigamiento sexual y laboral, insiste.
La también
especialista en relaciones de género declara que como activista y defensora de
derechos humanos de las mujeres sintió que su deber era denunciar, para
visibilizar que había no sólo una conducta sino una práctica constante de
violación a los derechos laborales, esa es la función de su denuncia.
Ante la
pregunta de la posibilidad de que su caso se resuelva negociando entre partidos
que de alguna u otra forma son afines a los consejeros, contundente responde
que ella es un ente individual y que sería una lástima que tuviera más peso la incidencia
política que el respeto a los derechos humanos de las mujeres. Ella nunca ha
pertenecido a un partido político y sería muy lamentable que eso influyera,
advirtió. Esperaría que al suyo se diera un trato diferenciado e independiente
y no como se negocia bajo la mesa midiendo fuerzas entre partidos.
Lo que
esperaría es que si existen otras mujeres en su misma situación se atrevieran a
denunciar aunque comprende que es una decisión difícil sobre todo cuando se
está adentro de la institución, finaliza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario