Al menos un 25 por ciento de los hogares en Sonora son encabezados
por una mujer, es decir, en más de 180 mil hogares sonorenses la mujer
se encarga de aportar gran parte del ingreso familiar y de la toma de
decisiones en su hogar, según datos del último censo de INEGI.
Es importante poner atención a este tipo de hogares no sólo por su
número, sino por sus características: por lo general, estas mujeres
jefas de familia reciben ingresos menores que los hombres jefes de
familia y casi la mitad de ellas tienen 50 años y más, seguido de las
que tienen de 30 a 49 años. Según el Consejo Estatal de Población de
Sonora (COESPO), 61 por ciento son separadas, viudas o divorciadas, 24
por ciento están en unión libre y el 15 por ciento restante son madres
solteras.
Los datos nos indican que es indispensable contar con apoyos para los
hogares con jefatura femenina que tienen bajos ingresos, especialmente
cuando la mujer se encuentra en edades avanzadas. También es importante
promover empleos mejor remunerados y con protección social para las
mujeres en edad productiva.
Desde el año 2008, se aprobó en nuestro estado la Ley de Protección a
Madres Jefas de Familia, que promueve el apoyo a las jefas de familia
desde convenios con el sector privado para obtener descuentos y precios
bajos en los productos, atención médica y psicológica, hasta la creación
de guarderías y estancias infantiles y programas de capacitación para
el trabajo con pago. Sin embargo, esta ley no ha tenido la efectividad
que promete. En el año 2011, se beneficiaron algunas jefas de familia
sonorenses con el programa CreSer, promovido por SEDESON, que consistía
en un pago único de 700 pesos en vales canjeables por alimentos,
medicamentos, calzado, vestido y otros artículos de primera necesidad.
No obstante, este programa no está vigente este año y por tanto no habrá
hogares que cuenten con este apoyo.
Actualmente, existe un programa de capacitación para el trabajo que
promueve el gobierno estatal llamado BÉCATE, aunque no se enfoca
especialmente a las jefas de hogar. Las becas para la educación básica y
media superior del Gobierno del Estado de Sonora dan prioridad a los
hijos de madres solteras, pero actualmente no hay becas educativas para
las propias madres jefas de familia que deseen iniciar o continuar con
sus estudios de nivel básico y medio superior para contar con una mayor
preparación académica que les permita tener mejores oportunidades de
desarrollo. A nivel federal, CONACYT sí promueve una beca para madres
solteras, pero únicamente para las que estudian nivel superior o técnico
superior. Este año, SEDESOL lanzó el programa Seguro de vida para jefas
de familia, el cual garantiza que, en caso de fallecer, sus hijos
tendrán sustento y educación hasta la universidad.
Si bien los programas sociales a nivel estatal y federal promueven
algunos apoyos a las jefas de hogar y sus hijos, podemos observar que la
atención a las propias jefas es insuficiente para cubrir sus propias
necesidades. Los hijos podrán ser una prioridad para ellas, pero es
justo volver la mirada hacia ellas mismas y su calidad de vida. Asegurar
su vejez en términos de salud e ingreso es un aspecto que las políticas
públicas y los programas de gobierno no deben dejar pasar.
*Asistente de investigación del Centro de Estudios en Salud y Sociedad de El Colegio de Sonora. Correo electrónico: sbernal@colson.edu.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario