Alda Facio
celebra el surgimiento de nuevas expresiones feministas
Silvia
Núñez Esquer
Hermosillo,
Sonora, 8 de marzo 2013.- La armonización de la legislación en todo el país
para eliminar la discriminación contra las mujeres, es una de las
recomendaciones no atendidas por el Estado mexicano y en las que ha insistido
el comité de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación hacia la mujer, CEDAW, afirmó Alda Facio Montejo.
En
entrevista para cimacnoticias la jurista y feminista costarricense opinó que no
se trata de que sólo en una ciudad como el Distrito Federal las mujeres puedan
gozar de los derechos. Eso significaría que si las mujeres nacen o viven en
otras ciudades, o en entidades como Sonora, sería una forma de
discriminación pues no se tiene el mismo
acceso a la justicia, y eso es algo que el Estado mexicano no ha logrado.
Los
aspectos a que se refiere la experta internacional en derechos humanos de las
mujeres, son los derechos reproductivos, la discriminación contra las mujeres
de una orientación sexual distinta a la heterosexual, la participación política
de las mujeres, lo que debe ser armonizado en las leyes secundarias de todas
las entidades.
Quien dictó
una conferencia en el “Foro de justicia electoral y equidad de género” en esta
ciudad, celebró que en Latinoamérica haya tres presidentas, la de Argentina,
Brasil y Costa Rica. Consideró que con independencia de la ideología que estas
líderes puedan tener, es un avance muy importante que sean presidentas de la
república, pues se abre el espectro de la participación política de las
mujeres. Además en el imaginario social, estando una mujer en el puesto político
más alto del país, le está diciendo a las niñas y niños que las mujeres tienen
abiertas muchas puertas que antes estaban cerradas.
Otra de las
preocupaciones del comité de la CEDAW es el feminicidio tan alto en algunos
estados de país. La falta de armonización jurídica que ha impedido la tipificación
del feminicidio con supuestos de fácil acreditación, se da por la incomprensión
de lo que significa la igualdad jurídica entre hombres y mujeres, asegura la
especialista en derechos humanos de las mujeres.
Por ello se
piensa que con que esté tipificado el homicidio en el código penal es
suficiente, pues se refiere a la muerte de una persona. No se toma en cuenta
que las mujeres están en una situación diferente a la de los hombres. La
igualdad requiere el reconocimiento de la diferencia entre hombres, mujeres, o
etnias, se debe reconocer que hay desigualdad y diferencia, afirma.
Facio
Montejo explica que si bien no se reconocen las razones por las que son
asesinadas las mujeres, también se desatiende porque es una forma de control
social para las mujeres. Los feminicidios son decirle a la mujer que como se
salió del rol de género puede pasarle eso. Le conviene a la sociedad patriarcal
que este tipo de violencia extrema se siga presentando.
Al
preguntarle sobre los desafíos para el feminismo actual, ante las posiciones
internacionales conservadoras que están moviendo mecanismos para el retroceso
de los derechos de las mujeres, la también Directora del Programa ILANUD, opinó
que es un fenómeno que en Inglés se denomina backlash.
Agregó que esto
se da casi con cualquier avance que tiene que ver con los derechos humanos, no
sólo con las mujeres. Cuando se avanza en algo en que se da más reconocimiento
y alcances, siempre hay personas que se benefician de la discriminación de
otros, entonces hay nuevas estrategias para mantener esa situación, a eso yo lo
llamaría el backlash, declaró.
Abundó en
que cuando se involuciona, no sólo es para impedir avanzar, sino que se llega a
aspectos anteriores a lo que se había logrado. Por eso es importante estar
cambiando de estrategias y seguir evolucionando. Recordó que hay dos principios en derechos
humanos: uno es el principio de progresividad, o sea que los DH cada vez se
tienen que entender de una forma más amplia, más profunda, más extensa, que
abarque a más personas; y otro es el principio pro persona, aquel que dice que
debe tomarse la medida más beneficiosas para la persona.
Eso a muchas
personas conservadoras no les gusta, ya que cada vez la sociedad tiene que irse
haciendo más inclusiva. Las personas cada vez más se atreven a mostrar su
diferencia, y las mujeres aunque somos un grupo muy amplio, éramos reconocidas
como personas, pero no como mujeres. Nos reconocían como personas, pero no con
nuestras diferencias.
El backlash es muy fuerte, lamenta Facio. El
de las religiones fundamentalistas a las que no les conviene que avancen las
mujeres, que haya igualdad entre hombres y mujeres. Toda su ideología religiosa
se basa en que haya roles muy demarcados entre lo que le toca hacer a una mujer
y a un hombre, y son mandatos de dios que no se pueden cuestionar.
También al
presente estado económico del mundo capitalista no le conviene que las mujeres
logremos una igualdad porque el capitalismo se nutre del trabajo no remunerado
de las mujeres. Puede hacer lo que hace gracias a que las mujeres se encargan
de muchas tareas que si no las hicieran, el capitalismo no podría pagar los
salarios que paga, tener los horarios que tienen, Etc.
La autora
de “Cuando el género suena, cambios trae, una metodología para el análisis de
género del fenómeno legal”, advirtió que los estados se han olvidado de que las
acciones afirmativas son medidas temporales que favorecen el avance de las
mujeres, y que no sólo se deben declarar o plasmar en las leyes, sino
establecer los mecanismos que sean viables y sobre todo, rápidos.
Alda Facio
celebra el surgimiento de grupos de jóvenes feministas, pues considera que el
feminismo se volvió muy confuso, y las jóvenes le dan nuevas posibilidades. La
alianza de algunas feministas con el Estado llevó a pequeños logros a cambio de
callarse cosas muy importantes, opina. Esto aunado al feminismo posmoderno que
crea más confusión, al declarar que todo es derecho, incluso el “derecho” a que
nos peguen, el “derecho” a prostituirnos, o a que nos controlen. Hay una confusión
que no ve las acciones patriarcales y violatorias a los derechos humanos de las
mujeres.
Pero hay
grupos de jovencitas en España, Inglaterra y Canadá que están empezando a
cuestionarse esas afirmaciones, y a lo que llegó el feminismo en los últimos
años, y entendiendo que esto ni nos beneficia ni es bueno para las mujeres.
Otro
aspecto del que se está regresando a ser consciente es que todas las mujeres
compartimos la condición de ser mujeres. Claro que no es lo mismo ser la
presidenta de Costa Rica, que ser un indígena costarricense. Pero aún así,
hasta las mujeres más ricas o poderosas, o la presidenta del país, comparte con
todas las mujeres del mundo el estatus de ser mujer, y el menosprecio por su imagen, por quien es.
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