jueves, 10 de noviembre de 2011

LA CIUDADANIA DE LAS MUJERES.


 Por Lic. Guadalupe Hernández López*

El pasado lunes 17 de octubre se cumplieron 58 años de que las sufragistas mexicanas alcanzaran en 1953, el derecho al voto para las mujeres en los comicios estatales y federales, sin duda un paso esencial en la larga marcha por la democracia, la cual reconoce derechos a sus habitantes y les otorga  la categoría de ciudadanas y ciudadanos con derecho a tener derechos.

El triunfo de las sufragistas, inaugura la ciudadanía de las mujeres, al hacerlas participes  en un asunto primordial en la organización de la nación, la elección del su gobierno; sin embargo, la ciudadanía plena implica si, el derecho a votar, pero también  el derecho a ser electa y ser gobierno, no únicamente electora, como hasta ahora se ha pretendido reducir la participación de las mujeres en los asuntos públicos, truncando de esta forma  su ciudadanía.

A lo largo de 58 años  hemos transitado de la invisibilidad, al reconocimiento formal de la igualdad entre mujeres y hombres ante la ley en 1974; a las acciones afirmativas como  instrumentos temporales para garantizar el ejercicio de los derechos civiles y políticos de las mujeres, facilitando la incorporación de  mujeres, jóvenes y etnias a los espacios de representación política; a las cuotas electorales 80-20  hasta garantizar la paridad y alternancia de géneros en los registros de candidaturas de los partidos, aplicable en el estado de Sonora.

Con todo y las posibilidades que el marco legal en esta materia que el estado  de Sonora ofrece para avanzar en la ciudadanía plena de las mujeres, lejos estamos de alcanzar la meta trazada por la Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en Beijing en 1995 y signada por nuestro país, de lograr la paridad de géneros en los cargos de representación popular y de toma de decisiones.

En el estado  contamos con una constitución de avanzada en la materia, al ser el primer estado de la republica que incorpora el principio de paridad y alternancia de géneros, nuestra carta magna es de avanzada al garantizar la igualdad de derechos a mujeres y hombres para votar, ser electas y ser nombradas para cualquier otro empleo o comisión de gobierno.

El proceso electoral del próximo año a puesto en marcha la maquinaria interna de los partidos políticos para seleccionar a los candidatos que participaran en la inmediata contienda electoral , entre lo mas relevante está el caso del Partido Revolucionario institucional, cuyo consejo aprobó la aplicación de una consulta abierta, es decir, que será mediante la aplicación de un plebiscito como definirá a su candidato a la presidencia de la republica, Por el contrario y para el mismo caso, el Partido Acción Nacional ha establecido una elección interna en donde solo podrán participaran militantes y adherentes

En el caso de nuestra entidad, el proceso mediante el cual los partidos seleccionarán a sus candidatos para la contienda electoral local adquiere una especial relevancia para las mujeres. Esto es así porque el artículo 150 – A de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Sonora, entre otras cosas, establece que:
“En el Estado las mujeres tienen los mismos derechos civiles y políticos que los hombres; podrán ser electas y tendrán derecho a voto en cualquier elección, siempre que reúnan los requisitos que señala esta Ley.
En los procesos electorales distritales y municipales que se rigen por el principio de mayoría relativa, los partidos políticos promoverán, en términos de equidad, que se postule una proporción paritaria de candidatos de ambos géneros, lo que será aplicable para candidatos propietarios y suplentes. Se exceptúa de lo anterior el caso de que las candidaturas de mayoría relativa sean resultado de un proceso de elección interna de democracia directa.
Las listas de representación proporcional a cargos de elección popular a nivel estatal y municipal de propietarios y suplentes, se conformarán y asignarán en fórmulas y planillas, bajo el principio de alternancia de ambos géneros, hasta agotar el derecho de cada partido político.”.

Como podemos ver  la Constitución Local les establece la obligación a los partidos políticos de  registrar las candidaturas de mayoría relativa aplicando el criterio de paridad y alternancia de género. En los hechos esto significaría que la mitad de todas las candidaturas tendrían que ser hombres y la otra mitad… mujeres.  Calma… que no cunda el pánico, pues existe la salvedad de que con la aplicación de un proceso de elección interna de democracia directa, los partidos podrían registrar a quienes salgan electos mediante este proceso.

Ahora bien, un proceso interno de democracia directa, es una consulta a la militancia de los partidos en cuestión, es decir, una elección de candidaturas realizada por delegados o por consejeros, no es democracia directa, es democracia representativa.

Y por si lo anterior no fuera suficiente, la reciente aprobación de la Ley de Participación Ciudadana para el Estado de Sonora, enarbolada  por tirios y troyanos, estableció en su exposición de motivos la diferencia entre democracia directa y democracia representativa, por si alguien tiene alguna duda.  La cuestión para los partidos es que si no aplican una consulta a todos sus miembros tendrán que registrar con criterios de paridad y alternancia de género, como lo señala la constitución y el código estatal electoral.

La marcha por una nación democrática con las mujeres continua; y en este largo proceso las acciones afirmativas han demostrado ser efectivas para facilitar el acceso de las mujeres a los espacios de representación y toma de decisiones. Una muestra de lo anterior es que en el caso de los ayuntamientos, nuestra entidad tiene a nivel nacional, el primer lugar en la cantidad de regidoras en los cabildos municipales con el 44% de representación del género femenino. 

Mantener y avanzar la representación paritaria de géneros en la vida política de la entidad  es una actividad de primer orden para la consolidación de la democracia sonorense y  en la agenda por la ciudadanía plena de las mujeres, la observancia y la acción serán  los  instrumentos que hagan valer el ejercicio pleno los derechos conquistados.

*Integrante de la Red feminista sonorense

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