Por
Lic. Guadalupe Hernández López*
El pasado lunes 17 de octubre se
cumplieron 58 años de que las sufragistas mexicanas alcanzaran en 1953, el
derecho al voto para las mujeres en los comicios estatales y federales, sin
duda un paso esencial en la larga marcha por la democracia, la cual reconoce derechos
a sus habitantes y les otorga la
categoría de ciudadanas y ciudadanos con derecho a tener derechos.
El triunfo de las sufragistas,
inaugura la ciudadanía de las mujeres, al hacerlas participes en un asunto primordial en la organización de
la nación, la elección del su gobierno; sin embargo, la ciudadanía plena
implica si, el derecho a votar, pero también el derecho a ser electa y ser gobierno, no
únicamente electora, como hasta ahora se ha pretendido reducir la participación
de las mujeres en los asuntos públicos, truncando de esta forma su ciudadanía.
A lo largo de 58 años hemos transitado de la invisibilidad, al reconocimiento
formal de la igualdad entre mujeres y hombres ante la ley en 1974; a las
acciones afirmativas como instrumentos
temporales para garantizar el ejercicio de los derechos civiles y políticos de
las mujeres, facilitando la incorporación de
mujeres, jóvenes y etnias a los espacios de representación política; a
las cuotas electorales 80-20 hasta garantizar
la paridad y alternancia de géneros en los registros de candidaturas de los
partidos, aplicable en el estado de Sonora.
Con todo y las posibilidades que el
marco legal en esta materia que el estado
de Sonora ofrece para avanzar en la ciudadanía plena de las mujeres,
lejos estamos de alcanzar la meta trazada por la Conferencia Mundial
de la Mujer
celebrada en Beijing en 1995 y signada por nuestro país, de lograr la paridad
de géneros en los cargos de representación popular y de toma de decisiones.
En el estado contamos con una constitución de avanzada en
la materia, al ser el primer estado de la republica que incorpora el principio
de paridad y alternancia de géneros, nuestra carta magna es de avanzada al garantizar
la igualdad de derechos a mujeres y hombres para votar, ser electas y ser
nombradas para cualquier otro empleo o comisión de gobierno.
El proceso electoral del próximo año a
puesto en marcha la maquinaria interna de los partidos políticos para
seleccionar a los candidatos que participaran en la inmediata contienda
electoral , entre lo mas relevante está el caso del Partido Revolucionario
institucional, cuyo consejo aprobó la aplicación de una consulta abierta, es
decir, que será mediante la aplicación de un plebiscito como definirá a su
candidato a la presidencia de la republica, Por el contrario y para el mismo
caso, el Partido Acción Nacional ha establecido una elección interna en donde
solo podrán participaran militantes y adherentes
En el caso de nuestra entidad, el proceso
mediante el cual los partidos seleccionarán a sus candidatos para la contienda
electoral local adquiere una especial relevancia para las mujeres. Esto es así
porque el artículo 150 – A de la Constitución Política
del Estado Libre y Soberano de Sonora, entre otras cosas, establece que:
“En el Estado las mujeres tienen los
mismos derechos civiles y políticos que los hombres; podrán ser electas y
tendrán derecho a voto en cualquier elección, siempre que reúnan los requisitos
que señala esta Ley.
En los procesos electorales
distritales y municipales que se rigen por el principio de mayoría relativa,
los partidos políticos promoverán, en términos de equidad, que se postule
una proporción paritaria de candidatos de ambos géneros, lo que será aplicable
para candidatos propietarios y suplentes. Se exceptúa de lo anterior el
caso de que las candidaturas de mayoría relativa sean resultado de un proceso
de elección interna de democracia directa.
Las listas de representación proporcional
a cargos de elección popular a nivel estatal y municipal de propietarios y
suplentes, se conformarán y asignarán en fórmulas y planillas, bajo el
principio de alternancia de ambos géneros, hasta agotar el derecho de cada
partido político.”.
Como podemos ver la Constitución Local
les establece la obligación a los partidos políticos de registrar las candidaturas de mayoría relativa
aplicando el criterio de paridad y alternancia de género. En los hechos esto significaría
que la mitad de todas las candidaturas tendrían que ser hombres y la otra
mitad… mujeres. Calma… que no cunda el
pánico, pues existe la salvedad de que con la aplicación de un proceso de
elección interna de democracia directa, los partidos podrían registrar a quienes salgan electos mediante este proceso.
Ahora bien, un proceso interno de
democracia directa, es una consulta a la militancia de los partidos en
cuestión, es decir, una elección de candidaturas realizada por delegados o por
consejeros, no es democracia directa, es democracia representativa.
Y por si lo anterior no fuera
suficiente, la reciente aprobación de la
Ley de Participación Ciudadana para el Estado de Sonora, enarbolada
por tirios y troyanos, estableció en su
exposición de motivos la diferencia entre democracia directa y democracia representativa,
por si alguien tiene alguna duda. La
cuestión para los partidos es que si no aplican una consulta a todos sus
miembros tendrán que registrar con criterios de paridad y alternancia de
género, como lo señala la constitución y el código estatal electoral.
La marcha por una nación democrática
con las mujeres continua; y en este largo proceso las acciones afirmativas han
demostrado ser efectivas para facilitar el acceso de las mujeres a los espacios
de representación y toma de decisiones. Una muestra de lo anterior es que en el
caso de los ayuntamientos, nuestra entidad tiene a nivel nacional, el primer
lugar en la cantidad de regidoras en los cabildos municipales con el 44% de
representación del género femenino.
Mantener y avanzar la representación
paritaria de géneros en la vida política de la entidad es una actividad de primer orden para la
consolidación de la democracia sonorense y
en la agenda por la ciudadanía plena de las mujeres, la observancia y la
acción serán los instrumentos que hagan valer el ejercicio
pleno los derechos conquistados.
*Integrante de la Red feminista sonorense
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