jueves, 6 de octubre de 2011

El Parque Madero otra vez

OBSERVATORIOS URBANOS
Cristina Martínez*

 
En días pasados, a mi regreso de un viaje académico fuera del país, me enteré del revuelo causado por el proyecto de remodelación del Parque Madero. Como vecina de éste, advertí las máquinas retroexcavadoras trabajando en el lado sur del parque, justo por donde transito diariamente a mi trabajo y que ahora resulta un problema hacerlo por las restricciones de la vialidad. 

Quizás lo primero que debo decir es la celeridad del avance de las obras, pues diariamente veo cambios radicales, como la destrucción de la fuente, la cancha de básquetbol, la pista de patinaje y el puente de madera; particularmente el día de ayer, observé la colocación de una pequeña malla plástica en el perímetro del parque y los cimientos de la futura barda. En este mismo tenor, y en la vorágine de los sucesos, he recibido decenas de correos electrónicos de ciudadanos hermosillenses denunciando el proyecto porque no fue difundido con detalle y mucho menos consultado con la ciudadanía, por lo que consideran arbitraria su operación. En este punto pretendo centrarme aquí.

Pues bien, lo primero que hice fue indagar el origen y la naturaleza del proyecto en cuestión y me he enterado que desde el mes de octubre del año pasado se anunció el Programa “Hermosillo te quiero, Limpio, Ordenado y Moderno” como un proyecto –asegura el alcalde– “… que nació de la necesidad de fortalecer la imagen de los hermosillenses con su ciudad”. Esto implica que al hablar del Hermosillo Limpio, se instalen papeleras en lugares apropiados y se recolecte la basura de manera puntual, entre otros compromisos con la ciudadanía; por lo que toca al Hermosillo Ordenado, se buscará que los vecinos respeten los reglamentos y leyes que rigen el funcionamiento de la ciudad. 

Y finalmente, con el Hermosillo Moderno se contempla la realización de una serie de obras urbanas como la restauración de los principales centros de recreación como el Parque Madero y el Jardín Juárez, la Plaza Bicentenario (concluida a la fecha), el mirador y la nueva imagen del Cerro de la Campana, entre otras, con la inversión de 297 millones de pesos para ejercerlos desde su anuncio hasta octubre de 2011 cuando se pretende concluir las obras.

Particularmente en lo que se refiere al Parque Madero, se menciona la rehabilitación de las diez hectáreas de superficie con la construcción de canchas deportivas, pista para caminar, lago con lanchas y cerco perimetral, entre otros, para lo que se destinaron 45 millones de pesos.

Hasta aquí todo bien para los que estamos interesados en el bienestar de la ciudad, sin embargo, creo que lo que produce malestar mayúsculo en la ciudadanía es la forma en que se imponen las obras de interés público. Esto es, la prisa por ejercer los recursos del lado del gobierno y la prisa del lado de las constructoras por cumplir su parte generan escenarios de descontento por lo ramplón de los eventos. 

De repente tenemos la maquinaria encima, arrasando monumentos emblemáticos y áreas públicas, mientras nos piden digerir la modernidad sin siquiera mostrarla y decirnos cómo comerla. Pero esto no es todo, se trata de una cultura del ejercicio del poder que no solamente invisibiliza a la ciudadanía sino al que no le interesa la opinión de ésta, de allí la reacción ríspida y desconfiada. Las autoridades suponen que sus propuestas son las que requiere la ciudad aunque en realidad desconocen las necesidades de la gente y las formas de escuchar sus opiniones. Actualmente son los regidores nuestros representantes frente a estos proyectos, pero es evidente que faltan otros mecanismos claros de participación ciudadana y el genuino deseo de tomarlos en cuenta.

Finalmente, el título de esta nota hace referencia al evento del año 2005 cuando otra presidenta municipal intentó construir 142 locales comerciales al interior del parque y los vecinos se opusieron alegando el respeto a los espacios públicos. Ahora la historia se repite y nuevamente se requiere de autoridades sensibles a la opinión pública.

*Profesora-investigadora del Centro de Estudios de América del Norte de El Colegio de Sonora. Correo electrónico: cmartin@colson.edu.mx


Publicado en: Boletín Electrónico Portales de El Colegio de Sonora, número 410

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