miércoles, 1 de septiembre de 2010

Harán propuestas a agenda de cambio climático

Sonora entre las regiones que se verá más rápidamente afectada

Silvia Núñez Esquer

Hermosillo, Son., 1 septiembre 10.- Con el objetivo de conformar una propuesta para una agenda nacional hoy dio inicio aquí el Taller “Género y cambio climático, hacia la construcción de una agenda nacional para la COP 16”, con la participación de organizaciones civiles e instituciones de Sonora.

Humberto Ruiz Molina, subdelegado de Planeación y fomento sectorial de la SEMARNAT en Sonora, e integrante de la Red Género y Medio Ambiente, Rgma, explicó que la reunión recogerá las propuestas, visiones y las problemáticas locales, para integrar la parte de género que no se ha visto en los páneles internacionales.

Se trata de incluir los efectos diferenciados de género en Sonora y en el país, comentó. Explicó que son las mujeres las protagonistas principales en caso de desastres tanto por ser afectadas, como por ser las personas que más rápido responden a los llamados de organización para salir adelante.

Por otra parte, en relación a los riesgos en la salud son las mujeres las que los viven más directamente precisamente porque están presentes en esos sucesos. Especificó que son las zonas costeras las más propensas a presentar desastres naturales, y con ello enfermedades asociadas a huracanes e inundaciones, como son el dengue y otros.

El también enlace de género de la SEMARNAT, dijo que toda esta problemática se debe ver desde la perspectiva de los derechos humanos: derecho a la alimentación, derecho a la salud, a la protección civil, a la vivienda, a la educación, y el derecho a estar organizados para enfrentar los efectos de los desastres.

Las mujeres son más vulnerables a sufrir los efectos del cambio climático no porque sean mujeres, o niños o indígenas, sino porque están en situación de pobreza, afirmó.

Mencionó que en el caso de la crisis del agua en Hermosillo, son las mujeres las que se preocupan por los tandeos, por la calidad del agua, se preocupan por abastecerse para los alimentos, para la higiene, y son las que realmente están padeciendo los problemas de abasto.

Son también las que gestionan, son las que denuncian, mientras que los hombres se preocupan más bien de cubrir la parte económica. Las mujeres son las más vulnerables en términos de que no tienen organización comunitaria, no tienen acceso a los servicios, y no tienen acceso a los derechos consagrados en las leyes, opinó.

El cambio climático no sólo son desastres, sino cambios en los ecosistemas, escases de agua, escases de alimentos, mutaciones genéticas de las especies, que se están presentando precisamente por todos los fenómenos asociados a la cultura y al modelo de desarrollo, expresó.

Con el taller “Género y cambio climático” pretenden que Sonora haga una propuesta mucho más proactiva, pero que establezca términos vinculantes, que obliguen a los gobiernos a atender los problemas sociales. No es un problema de medio ambiente, son problemas humanos, de desarrollo social y económico finalizó.

Cambio climático se refleja en los ingresos de las familias

La Maestra en Ciencias Judith Armenta, de la organización Cacto Azul e integrante de la Red Género y Medio Ambiente, Rgma, y coorganizadora del Taller “Género y cambio climático”, explicó que el encuentro estatal está enfocado a fortalecer la visión de género en torno al cambio climático.

Qué hay qué hacer para mitigar y enfrentar los efectos del cambio climático, pero desde una perspectiva de género.

Se parte de que todos los problemas ambientales afectan especialmente a las mujeres, por el grado de vulnerabilidad que tienen frente al sexo masculino. A las mujeres se les ha conferido el rol tradicional de responsables de las actividades domésticas y cuidado de las y los niños, y sin embargo no se les ha dado la oportunidad de desempeñar actividades económicas, con un enfoque sustentable desde las mujeres, dijo.

Se les sigue confinando a esos roles y se les limita a tener acceso a recursos, a oportunidades de cuidado de la salud, las limita a tener oportunidades de desarrollo, explicó. Entonces, más que un cambio climático, que es para toda la población, ellas son las depositarias de toda la carga que implican los efectos en la salud y los problemas ambientales de una familia por el rol que desempeñan.

En Sonora hay principalmente dos problemas ambientales derivados del cambio climático. Exceso de lluvias e inundaciones, sobre todo en zonas costeras y en algunas zonas serranas en donde hacía mucho que no se presentaban, como fue el caso del huracán Gilbert, que devastó Álamos, recuerda la ambientalista.

Y por otro lado las extremadas sequías. En las comunidades rurales cada vez hay menos condiciones económicas para que las poblaciones desarrollen sus actividades tradicionales. Los cambios en el clima se reflejan básicamente en el ingreso de las familias, y con ello la falta de recursos para atender su salud, educación, para tener mejores condiciones y calidad de vida, concluye.

Las mujeres deben estar en la agenda nacional de cambio climático

Siendo Álamos uno de los municipios sonorenses con más marginación social, la Ecóloga Elvira Rogero Díaz, directora del área de flora y fauna de la Sierra de Álamos Río Cuchujaqui, de CONAN SEMARNAT, participa en el Taller “Género y cambio climático”, pues le interesa saber cómo se involucrará a las mujeres en la agenda de cambio climático, explicó.

La región noroeste, según los modelos de cambio climático es una de las regiones que se va a ver afectada más rápidamente que el resto del país, comentó la especialista. Su interés radica en que siendo las mujeres las más pobres de las pobres, se convierten en las más vulnerables, y en este intercambio de experiencias, le interesa que esto quede plasmado en la agenda nacional.

Normalmente en los procesos o eventos que hay dentro de un ecosistema afectado como son los incendios, el cambio de uso de suelo, si se desaparecen la vegetación para establecer praderas artificiales, o la extracción ilegal de algunas especies, o cualquier contaminación del agua, o del suelo, todos los procesos afectan a todos los actores locales, expone.

Sin embargo, sí hay particularmente asuntos que tienen que ver con las mujeres, sobre todo por la forma de uso de los recursos. En este caso, ellas son las que recogen la leña, explica. En el caso de su organización, ellas trabajan con proyectos de estufas reductoras de leña, por salud, porque las mujeres aspiran el humo cuando están atizando.

Es así que en caso de incendio, las mujeres se quedan sin material de trabajo, pues son ellas las que buscan la leña. Hay otros casos en que son artesanas, y que cuando hay tumba o quema de vegetación no tienen de dónde tomar materia prima, y esto afecta sus ventas.

Los grupos de mujeres se ven afectados también por la calidad del agua pues son ellas las que van por el agua. Si se escasea, tienen que ir más lejos, invierten más tiempo, que normalmente por la forma de uso y el papel que le toca desarrollar en las comunidades rurales, cuando hay una amenaza a las comunidades, ellas se ven afectadas, afirma.

Resultados puntuales para agenda nacional

La Bióloga Hitandehui Tovar Vázquez, de CEDO intercultural, con sede en Puerto Peñasco, Sonora, comentó que la expectativa del taller es obtener resultados muy puntuales, al intercambiar experiencias y plantear qué iniciativas hacen falta, para incluirlas en la agenda nacional.

Algunos de los problemas ambientales que enfrenta la región de Puerto Peñasco es la pesca, pues hasta ahora no se hace en forma sustentable.

Otro problema que atiende su organización es la conservación costera, particularmente humedales. Los desarrollos turísticos grandes de reciente creación han destruido gran cantidad de humedales, lo cual se suscitó por un crecimiento desordenado de desarrollos inmobiliarios, desarrollos turísticos, que amenazaron una buena porción de los ecosistemas que había en toda la franja costera, a pesar de ser parte de una reserva de la biósfera que es el Alto Golfo, parte del Delta del Río Colorado, explicó.

Y la tercera amenaza que visualiza Tovar Velázquez, es la falta de educación y de conciencia. Este hueco en los contenidos académicos que hay en los diferentes niveles de educación, lamenta.

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