Mujeres positivas
Mujeres que viven con VIH responden a la feminización de la pandemia del SIDA
Silvia Núñez Esquer
En México los casos de SIDA se concentran en hombres que tienen sexo con hombres en un 50%. En “25 años de sida en México”, la Secretaria de Salud revela que en 2005 había 160 000 personas con VIH/SIDA en México, y la tercera parte de éstas, (53 000) eran mujeres.
La publicación presentada en la XVII Conferencia Internacional sobre Sida, realizada en la Ciudad de México en agosto de 2008, advierte que la proporción de mujeres infectadas aumentó de 15% en 1998 a más de 30% en 2005.
Para el 15 de noviembre de 2007, 17.25% (19 948) del total de casos acumulados de SIDA eran mujeres, lo cual implica una relación hombre-mujer de 4.8 a 1. Betania Allen Leigh y Pilar Torres Pereda, autoras del estudio: Género, poder y VIH/SIDA en la vida de las mujeres mexicanas, dicen que el México tiene una epidemia concentrada en hombres que tienen sexo con hombres, pero que el peso de la transmisión heterosexual ha crecido recientemente y la razón hombre/mujer ha evolucionado de 23 a 1 a su nivel actual de casi 5 a 1, y en algunas entidades federativas se observa una relación de 3 a 1.
Revela el estudio que en 1998 36.1% de las mujeres que habías desarrollado SIDA habían sido infectadas por VIH fruto del contacto sexual con sus maridos.
De estas mujeres 55% eran amas de casa sexualmente activas en una relación monogámica que además eran madres de hijos pequeños.
Porque la vía principal de infección por VIH entre las mujeres del mundo el contacto sexual con los hombres, las tasas de transmisión heterosexual afectan más a las mujeres. A nivel mundial más del 90% de las mujeres infectadas por VIH/SIDA en los países en desarrollo ha contraído el virus por transmisión heterosexual.
En la mayoría de los casos, estas mujeres tenían relaciones sexuales sólo con su esposo o pareja estable. Por consiguiente, la vulnerabilidad de la mujer para contraer la infección por el VIH suele ser resultado directo del comportamiento de su pareja, más que del suyo propio.
Para 1999 la vía heterosexual (infectarse a través de las relaciones sexuales con el sexo opuesto) fue la primera categoría de contagio. Esto implica que el número de mujeres que se infecten con VIH en México será mayor en el futuro.
Las mujeres son más vulnerables que los hombres al VIH/SIDA en varios sentidos-dice el estudio-. En términos biológicos, las mujeres tienen una superficie mucosa genital más amplia que se expone al contacto con el virus durante las relaciones sexuales.
Además, hay una mayor cantidad de VIH en el esperma que en el flujo vaginal. Aunado a esto, se encuentra el aspecto sociocultural ya que para muchas mujeres del mundo, la construcción social del género, que incluye la dependencia económica (y de otros tipos) de las mujeres hacia la pareja masculina, crea una situación donde ellas no pueden controlar cuándo tendrán relaciones sexuales.
Matrimonio y VIH
En “25 años de sida en México” se observa que a nivel mundial, la mayoría de las mujeres con VIH/SIDA se infectaron a través de sus parejas masculinas permanentes. Específicamente entre mujeres mexicanas que están casadas, los estudios han proporcionado evidencia científica sobre la manera en que las inequidades entre hombres y mujeres, así como diversas normas, papeles e identidades de género que se construyen en México, las ponen en riesgo de adquirir VIH.
Para prevenir la infección por VIH que ocurre dentro del matrimonio, la abstinencia es una estrategia inaceptable, la monogamia unilateral (de parte de las mujeres) ha mostrado su inefectividad y al uso del condón dentro del matrimonio lo complica la relación desigual entre mujeres y hombres, así como el mito cultural de la fidelidad.
Otros datos proporcionados por Nizarandi Picasso, de la Alianza para la Justicia de Género, arrojan que en los últimos seis años, por discriminación y violencia, once mil mujeres más viven con VIH en México.
Problema de justicia social
La Alianza para la Justicia de Género, que aglutina a mujeres viviendo con VIH, informó que en el mundo las mujeres de entre 15 y 24 años de edad tienen 2.5 más probabilidades de vivir con VIH, en comparación con los hombres en el mismo rango de edad, como resultado de la desigualdad y la violación de los derechos de las mujeres.
En América Latina hasta 2007 se estimaba que 1.7 millones de personas vivían con VIH; de éstas, 200 mil viven en México. En nuestro país la feminización de la pandemia, producto de la violación de derechos humanos de las mujeres, ha provocado que en los últimos seis años once mil mujeres más vivan con VIH/SIDA, al pasar de 46 mil a 57 mil mujeres las que viven con el virus, es decir, cada día cinco mujeres más ingresaron al mundo del VIH.
Por otra parte, la Vicepresidenta Primera de España, María Teresa Fernández de la Vega, opinó que el SIDA no sólo es problema de salud, sino de justicia social y equidad. En el marco de la conferencia anunció un apoyo de diez millones de euros para el programa conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA, ONUSIDA.
Enfatizó que el SIDA es producto de la desigualdad social, económica y de género, y subrayó que las mujeres son las más afectadas por el síndrome de inmunodeficiencia humana.
Señaló que aunque el SIDA apareció hace 26 años, hace 21 empezó a ser objeto de debate en la Organización de Naciones Unidas, lo que significó que esos cinco años, aunque cortos en base al reloj de las relaciones internacionales, resultaron una eternidad, por el ritmo en que la enfermedad crecía.
Asimismo, hizo hincapié en la discriminación y la falta de información que padecen las mujeres, quienes cada día son las más afectadas por el VIH/SIDA. En proporciones actuales, existe una mujer por cada tres hombres que viven con VIH/SIDA, aunque hay zonas como El Caribe, donde la cifra es de una de cada dos.Otra opinión fuerte es la de Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud OMS, quien advirtió que el empoderamiento de las mujeres es una de las acciones obligadas para combatir la pandemia del VIH/SIDA.
Sin una educación sexual integral que prevenga que niñas, niños y jóvenes entren en contacto con el virus, será una de las tareas de los gobiernos para frenar al VIH/SIDA. Denunció que la realidad es que los gobiernos no están invirtiendo recursos suficientes en los sistemas de salud pública, por lo que hay que redoblar esfuerzos.
La feminización de la pandemia del SIDA, fue una de las grandes confesiones de la XVII Conferencia Internacional sobre sida, ya que finalmente se asumió que fue un error enfocar las acciones hacia los grupos originalmente vulnerables, descuidando el crecimiento desproporcionado entre las mujeres casadas y monogámicas.
Gracias al yerro, once mil mujeres se infectaron en los últimos seis años en nuestro país. Existen todavía entidades donde se insiste en ocultar las cifras y se deja la estrategia de prevención en manos de las organizaciones civiles, las cuales en muchos casos no cuentan con la infraestructura para hacer frente a la demanda.
La XVII Conferencia Internacional sobre sida, sirvió para encarar los errores y reconocer que el comportamiento de la transmisión ha cambiado. Afortunadamente se firmó el acuerdo sobre Educación Integral en Sexualidad por los Ministros de Latinoamérica de salud y educación.
Venturosamente México accedió a abrir sus puertas a las y los más de 23 mil asistentes a la conferencia exhibiendo también los logros, desaciertos y retos que enfrenta para resistir ésta que parece ser la epidemia que durante más años se ha resistido a la investigación, y amenaza con convertirse en el huésped más incómodo del siglo.
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