Crónica de la hostilidad machista en el Congreso de Sonora
Silvia Núñez Esquer | Hermosillo, Sonora | 17 de agosto de 2020
Olimpia Coral Melo Cruz es ya un emblema de lucha contra la violencia sexual en el ámbito digital en México. Mientras se limpia las lágrimas que afloran al lamentar lo que les hicieron este viernes en el Congreso del Estado de Sonora a ella y a su compañera abogada del Frente Nacional por la Sororidad, afirma que ser mujer en México “está jodido”, pero ser mujer en Sonora “está bien cabrón”.
La charla se da a las afueras del recién estrenado Centro de Justicia para las Mujeres, Cejum de Hermosillo, segundo que le toca inaugurar a la Gobernadora del Estado Claudia Pavlovich. Olimpia clava los ojos en el infinito para reflexionar en que nunca se imaginó que en algún Estado la fueran a reprimir pues en todas las entidades en donde ha acompañado el proceso para legislar la Ley Olimpia la han respetado y hasta le han agradecido.
Conoció el Sonora surrealista. Ese en donde puede sentarse un día a tomar café por la mañana con la mismísima gobernadora, y terminar el día presentando una denuncia contra guardias de seguridad del recinto legislativo y contra dos diputados que ejercieron abusivamente su poder, dando la orden de que se cerraran las puertas, y encerraran a todas las personas que se encontraban adentro.
Sin desayunar, sin comer todavía, desde las 2:30 hasta las 7:40 de la tarde, Olimpia, su compañera agredida y abogadas que las acompañaron permanecieron en el Cejum, para denunciar. Nosotros acudimos a registrar y documentar las acciones que ese servicio interinstitucional brinda a las víctimas de violencia de género.
La crónica del machismo hostil empieza el miércoles 12 de agosto. Olimpia Coral Melo y Frida Angélica Gómez llegaron a Hermosillo para informar y difundir por qué el dictamen que habían aprobado las Comisiones de Justicia y Derechos Humanos, y Para la Igualdad de Género, en el Congreso de Sonora no era acorde con los que se requiere para sancionar la violencia sexual en el ámbito digital.
Con toda paciencia explicaron a algunos diputados que asistieron a la reunión que convocaron diputadas de la Comisión para la igualdad, para que de viva voz las promotoras de la Ley Olimpia brindaran sus observaciones.
Como ya había sido expuesto en las reuniones públicas de las comisiones dictaminadoras unidas, se evidenció la ignorancia sobre el texto y sobre las consecuencias de votarlo en el pleno de la legislatura ya programado para el viernes 14 de agosto.
Pero fuera de rectificar, produjeron un incidente incómodo, pues el diputado Carlos Navarrete se dirigió a la abogada Frida Gómez descalificándola profesionalmente al responderle: “Voy a consultar con gente que sabe, para definir mi voto”. Cuando ella le aclara que ella misma es abogada y se ha especializado en el tema, le ordena: “No seas así”. Finalmente decide disculparse solo por formulismo, acompañando la acción con la frase: “Aunque no hice nada, me disculpo”.
Ese mismo tono prevaleció en la sesión del pleno del viernes por parte de los diputados, ampliado a sus compañeras diputadas, a las que no permitían la voz. Mientras los diputados callaban a sus compañeras diputadas, el legislador lector del dictamen insistía en leer la palabra “Acóprifa”, en donde decía apócrifa.
El jueves 13 de agosto Olimpia y sus compañeras realizaron una rueda de prensa por fuera del Palacio de Gobierno de Sonora. La asistencia de medios fue copiosa como en pocos temas, así como las notas que reflejaron el acto.
Al terminar la rueda de prensa la Fiscal General del Estado Claudia Indira Contreras Córdova acompañada de la Coordinadora General del Instituto Sonorense de las Mujeres, Blanca Luz Saldaña López, se acercaron para invitar a Olimpia Melo a sostener una reunión con ellas para analizar las propuestas de la promotora de la Ley Olimpia.
El viernes 14 era el último día de actividades de Olimpia en Hermosillo, el mensaje previo de invitación a reunirse con la Gobernadora del Estado Claudia Pavlovich, presagiaba buenos augurios pues como en otros Estados, al fin Sonora la tomaba en cuenta como alguien que ha logrado que en veintidós estados de la república se pueda sancionar la violencia sexual en el ámbito digital.
Esa mujer bajita, hiperactiva, que fue víctima de porno venganza y que no se tiró a llorar sino convirtió su vida en un motor para que ninguna mujer más pase por lo que ella vivió, se sentaría como lo ha hecho en otros Estados, con la titular del Poder Ejecutivo del Estado.
Una amplia explicación en el comedor de la Casa de Gobierno, hoy utilizada como recinto institucional, centró el encuentro con dos de las mujeres más importantes del Estado de Sonora por la función que desempeñan: la Gobernadora, y la Fiscal General. Un rayo de esperanza efímera surgió entre las mujeres que asistieron a la reunión acompañando a Olimpia.
Al terminar, la activista poblana se dirigió al Congreso del Estado, la sesión del pleno empezaba y era el momento de presentarse para hacer el acompañamiento que se ha hecho en otros Estados. Sin embargo, Sonora se cuece aparte, tal como más tarde nos dijo Olimpia.
El “sonorense echao p’a elante”, el macho superior surgió y fueron los mismos diputados temporalmente con el poder de la legislatura quienes se encargaron, no solo de impedirle el paso ordenando cerrar la puerta del edificio, sino multiplicar las medidas de seguridad echando los guardias encima de la abogada Frida Gómez a quien una vez que se dirigía al pleno, éstos bajaron la cortina metálica detrás de ella, cerrándola con dos candados, privándola de la libertad sin permitirle regresar con sus compañeras.
“Estoy en schock, no puedo creer que nos haya pasado esto en Sonora”, expresa Olimpia en nuestra plática por fuera del Cejum. Estar sentada con la Gobernadora en donde se le plantearon opciones. La promotora de la ley que lleva su nombre recuerda cómo Claudia Scheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, al conocer su postura, de inmediato manifestó su disposición a que, en caso de que se aprobaran reformas deficientes, ella vetaría la publicación para corregir.
“Convocamos a hacer presencia en el Congreso, y en cambio nos cierran las puertas como si fuéramos unas bestias. En la Ciudad de México la propia presidenta de la mesa directiva salió a recibirnos, en Michoacán salió el gobernador, y aquí los hombres que dirigen el Congreso, ensimismados. Ellos no entienden lo que sentimos porque no son mujeres”, dice.
“Ley Olimpia” es un nombre que se retomó en Sonora en la iniciativa que se utilizó para dictaminar la “Ley Mordaza”, es una restricción a la libertad de expresión, que los partidos PRI y PAN han insistido en introducirla en diversas iniciativas que no han pasado. Hoy intentan que quede en lo que se ha construido únicamente para proteger la intimidad sexual de las mujeres.
La propia organización Artículo 19 se pronunció sobre los riesgos de que se apruebe el dictamen como está, pues es un claro intento por restringir la libertad de expresión.
La denuncia de las integrantes del Frente Nacional por la Sororidad, fue presentada el mismo viernes 14 de agosto, no solo contra los guardias del Congreso que ejecutaron órdenes de encerrar y agredir, sino contra quienes las emitieron, los diputados que hoy ejercen su poder como saben hacerlo, con machismo, con discriminación hacia las mujeres.
Es un mensaje para todas las mujeres en Sonora. Los tiempos en donde éstas se encuentran a disposición de la voluntad de los hombres intenta regresar, impuesta por lo más radical del machismo institucional.
Lo que sucedió en el Congreso del Estado el viernes pasado es la representación de lo que pasa en las viviendas en donde el hombre manda expresamente sobre la vida de la mujer. El presidente de la sesión extraordinaria Carlos Navarrete, y el que se le unió en la decisión Eduardo Urbina, presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, ordena cerrar las puertas. Diputadas locales y una federal que había sido invitada manifiestan que quieren salir, y el guardia les responde que no abrirá “porque son órdenes del presidente”.
Las diputadas se quedan encerradas igual que todas las personas que estaban al interior. Otras, diputadas cómplices, se quedan calladas a pesar de que pregonan que legislan a favor de las mujeres.
En una ciudad en donde se perdieron 49 vidas de niñas y niños por no haber sido sacados a tiempo del incendio de una guardería construida sobre la corrupción, las medidas de protección civil están por debajo de las decisiones machistas, que impusieron sus órdenes por sobre la integridad de las diputadas y de la activista que fue encerrada contra su voluntad.
Los diputados de Sonora patearon un emblema, tal como quisieran hacerlo con la lucha feminista que les incomoda, pero, aun así, Olimpia volvería a Sonora, pues “ser mujer en Sonora está cabrón”.
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