Impone su ley municipio de Nacozari y tiene sus primeros infectados de
COVID-19
Silvia Núñez Esquer | Hermosillo, Sonora | 16 mayo 2020
Pese a que no existe ningún documento en donde al Ayuntamiento de Nacozari
de García, haya mostrado el acuerdo del cabildo en donde determinen la
implementación y justificación, continuará el toque de queda en esa ciudad.
Ubicado al noreste del Estado de Sonora, y a 254 kilómetros de esta
capital, Nacozari es una población minera que desde el pasado 20 de marzo
cuenta con medidas restrictivas de circulación a todas las personas que
realicen actividades no esenciales, excepto para trabajadores de Grupo México
(GM).
La mina La Caridad de GM no ha dejado en ningún momento de realizar sus actividades cotidianaspues la propia presidenta municipal panista María Juana Romero la exceptuó de las medidas anunciadas.
Sin que medie un documento escrito ni algún acta de cabildo, la
munícipe anunció en un video en vivo, desde la cuenta oficial del Gobierno
Municipal de Nacozari de García, que iniciaría el toque de queda, lo cual no
era nada raro porque en ese municipio “ya están acostumbrados”, siendo el
primero en todo el país en imponerlo.
En
una especie de cogobierno, Grupo México es la única empresa que aparece con
pequeñas donaciones al ayuntamiento, - considerando los ingresos millonarios
que tiene la minera- mismo al que la alcaldesa le agradece públicamente.
Es
frecuente que la alcaldesa haga alusión a Grupo México en sus mensajes como si
fuera parte integral del ayuntamiento. Y la excepción que hicieran con los
trabajadores de esa empresa, parecería más un acuerdo para proteger las
actividades e ingresos mineros, que seguir las instrucciones que dieron origen
al toque de queda.
El 19 de marzo pasado en publicación de Facebook anunciaban así la
medida con algunas fotos ilustrativas: “Siguiendo las estrategias que se dictaron
el día de hoy por la mañana, se lleva a cabo la instalación de puntos de
observación, seguridad y vigilancia en la entradas sur y norte de la población.
Imagen de conferencia de prensa Ayuntamiento Nacozari |
En
estos puntos se encuentra personal de seguridad pública, protección civil y
bomberos, acatando las dispocisiones (sic) relacionadas a la contingencia por
COVID-19, así mismo se activó la sirena para dar el toque de queda. Le
recordamos a la comunidad, que hay que mantenernos resguardados en nuestros
hogares”.
El
12 de mayo la Comisión Estatal de Derechos Humanos dio a conocer en un boletín
que quedaba sin efecto el toque de queda en Sonora para los 21 municipios que
así lo habían decidido.
Se
explica que el 20 de marzo se presentó una queja contra las autoridades de
Nacozari de García, Sonora, encabezada por su presidenta municipal Juanita
Romero, por el anuncio hecho en Facebook del toque de queda de 8 de la noche a
8 de la mañana.
El documento expone que se actualizan violaciones a
derechos humanos inherentes a los principios de legalidad, a la libertad de
reunión y de tránsito por parte de las autoridades responsables, y que con
fecha 17 de abril de 2020, formularon una propuesta de conciliación a las
presidencias municipales, las cuales aceptaron cumplir varios aspectos.
Dejar sin efecto las resoluciones de cabildo donde
se hayan decretado toques de queda. Se emita comunicado para informar a la
población que quedan sin efecto los toques de queda. Y que continúen exhortando
a las y los habitantes a seguir las medidas preventivas de higiene y sana
distancia, fueron los acuerdos.
A pesar del boletín, el 13 de mayo la presidenta
municipal Romero acompañada de integrantes de su gabinete dio a conocer que el
toque de queda sigue, aunque no hace alusión a si tiene conocimiento del
boletín de la CEDH.
Nunca
hubo conciliación: Ciudadana agraviada
Débora
Poo Soto reside en Nacozari desde octubre pasado. Fue quien ante el anuncio del
toque de queda presentó en Hermosillo, Sonora una queja en las oficinas de la
CEDH. Recordó cómo se resistieron a recibir la queja, y al tiempo que decían
desconocer la información. Le preguntaban: “¿Qué no sabes que hay una emergencia
sanitaria?”.
Entre
otras, la motivación fue que al encontrarse fuera del municipio, le preocupaba
que no la dejaran entrar al lugar cuando regresara.
Para
esta ciudadana el toque de queda no tiene ninguna base científica que apoye la
premisa de que si se restringen las libertades puede evitarse el contagio del
coronavirus SARS CoV-2. Le preocupaba también que hay un desconocimiento de la
información que han estado difundiendo los expertos de cómo se contagia y cómo
no se contagia el virus.
Sorprendida
leyó el boletín de que quedaba sin efecto el toque de queda porque nunca tuvo
una respuesta de la CEDH en 52 días, desde el 20 de marzo en que interpuso la
queja. Más aún, el que el ayuntamiento de Nacozari desoyó la comunicación, le
hace sentirse en tierra de nadie.
Indicó
que nunca fue parte de una conciliación, además de que la CEDH actuó en forma
lenta y burocrática, pues iniciaron la supuesta investigación once días después
de la solicitud, emitieron el boletín el 25 de abril, y se difundió hasta el 12
de mayo.
El
toque de queda en Nacozari se anuncia con una sirena estridente que se escucha
en todo el territorio de Nacozari, y es escalofriante, comenta Débora, por la
asociación con las represiones que se han establecido contra diversos pueblos.
Explicó
que ha intentado entrevistarse con la presidenta municipal, misma que nunca la
ha recibido y no solo eso, la propia alcaldesa lejos de acatar la disposición
de la CEDH, reafirma que el toque de queda continúa, ya que además se registró
el primer caso de COVID-19 en Nacozari.
Débora
Poo sostiene que el primer caso que se presentó en ese municipio confirma que
es la falta de información y no las medidas restrictivas represoras las que van
a impedir que se propague la infección. Le preocupa y le impresiona que,
habiendo un ejercicio de transparencia del gobierno federal a través de la
conferencia de prensa diaria sobre COVID-19, no se difunda por los canales
oficiales del ayuntamiento.
Las
medidas de falsa seguridad como estar sanitizando las calles de vez en cuando,
pero no lavarse las manos frecuentemente, le preocupan porque al final de
cuentas es falta de información sobre cómo se puede controlar el contagio.
Y lo
otro es que con el toque de queda se propician sentimientos de rechazo contra
las personas con posible contagio y contra las personas que arriban de afuera
hacia el interior del municipio, finalizó.
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