jueves, 21 de noviembre de 2019

Otorgarán a Raquel Padilla el más alto honor para un integrante de la tribu yaqui


Sus restos descansarán en la Sierra de El Bacatete
 
Silvia Núñez Esquer

Hermosillo, Sonora, 21 de noviembre de 2019.- Este viernes 22 de noviembre por primera vez una persona no indígena será colocada en el más alto rango que la etnia yaqui considera para sus ancestros y personas trascendentes en su historia. 

Raquel Padilla Ramos, Historiadora y Antropóloga del INAH será recordada por siempre al ser colocadas una parte de sus cenizas en la Sierra de El Bacatete, ubicada en territorio Yaqui, al sur del Estado de Sonora.

Quien fuera privada de la vida el pasado 7 de noviembre por su pareja sentimental, fue considerada parte de la familia yaqui, al haber convivido, no solo a través de sus estudios etnográficos, sino poniendo sus conocimientos al servicio de las causas incluso legales de la etnia.

Esto es a través de peritajes antropológicos que Raquel Padilla realizó en conflictos diversos en defensa del territorio yaqui, el cual ha sido constantemente amenazado por mega proyectos que lo atraviesan, y que tienden a devastar los recursos naturales y a profanar sus sitios sagrados. 

Reconocida por su defensa de los derechos humanos de luchadores ambientalistas yaquis, la también divulgadora científica descansará, como fue su voluntad, en la Sierra de El Bacatete, bastión de resistencia ancestral de la etnia yaqui.

 Compañeros del INAH, yaquis y mayos de Cajeme, Hermosillo y Arizona, estarán presentes para una ceremonia de reconocimiento y homenaje a quienes consideran personajes importantes y trascendentes, “Los Yo’owe” o mayores”, explica Alejandro Aguilar Zeleny.

El Antropólogo y compañero de trabajo de Raquel Padilla abunda en el significado que tiene el hecho de que a ella se le integre a un selecto grupo de yaquis a quienes durante horas harán reverencia y en honor a ellas y ellos realizarán ceremoniales, danzas, cantos y rezos. 

Es la primera vez que ese alto honor se otorga a alguien que no es yaqui o indígena, es decir a un “yori” como ellos le llaman, según los registros con que se cuenta en la investigación sobre la cultura yaqui, en la cual profundizó como especialista la misma Raquel. 

Miriam Padilla Ramos, hermana de la destacada investigadora del Centro INAH Sonora, quien estará presente en la ceremonia comentó a cimacnoticias: 

Yo me siento muy orgullosa de que le rindan homenaje de esa manera. Se lo ganó a pulso pues Raquel no sólo investigó sobre la etnia yaqui, sino que luchó y los acompañó defendiendo todas las injusticias que han sufrido. Por eso los yaquis la consideran como ‘una de ellos´, expresó. 

Esto incluye a las mujeres por su doloroso y conocido sacrificio, luchaban, desde soldaderas, se encargaban de arreglar rifles, alistar el parque y en un momento hasta con piedras defendieron el territorio yaqui, explica Aguilar Zeleny. 

Hay referencias históricas muy dramáticas de mujeres yaquis que se lanzaron al vacío con sus hijos en brazos, antes que morir aprisionadas.

Y también eso como una defensa a las atrocidades que acostumbraban hacer los militares contra las mujeres, contra niños, contra niñas, bebés y otros. Esa es la grandeza y tristeza que representa ese bastión de su existencia. 

“La sierra de El Bacatete fue lugar de refugio, el lugar que les dio alimento, protección y guarida, en tiempos de persecución, muerte y exterminio”, describió la propia Raquel Padilla Ramos en el documental “Bacatete, donde se oye la guerra” de Mónica Luna. 

Es por ello la importancia y trascendencia de que abran el espacio de lucha y batalla, para que descansen sus restos, esparcidos en esa tierra sagrada para los yaquis tal como ella lo deseaba. 

Aguilar Zeleny precisó que este viernes se hará un homenaje a la resistencia yaqui, a los mayores hombres y mujeres que lucharon para defender su territorio, especialmente en batallas tan cruentas como la del Masocoba, donde murieron alrededor de cuatrocientos indios, y en la que antes que rendirse, muchas mujeres optaron por lanzarse al vacío para morir libres.

Hace algunos meses se acordó hacer un homenaje a los “Jo ‘owes” o mayores, y la Doctora Raquel Padilla había estado colaborando en la organización del evento. 

A raíz del asesinato, mucha gente yaqui consideró muy importante incluirla como parte de este homenaje,  por lo que ha representado como mujer, como académica, como investigadora, y también como amiga de la tribu yaqui, explicó.

Durante los funerales de Raquel vino a Hermosillo una comitiva de la tribu yaqui de los pueblos de Potam y Vícam, a pedir en forma respetuosa a su familia, le permitieran llevar una parte de sus cenizas a la sierra de El Bacatete para hacerle un homenaje como maestra jo’owe, como maestra mayor.  

Es un gran reconocimiento al esfuerzo y trabajo que ella hizo, para lo cual saldrá una comitiva desde el Pueblo de Potam. Vienen autoridades tradicionales y religiosas, como un maestro rezador de Pascua Yaqui, Arizona, donde también cultivó amistades.

Es un ejemplo del cariño que se ganó con su trabajo y dedicación y como compañeros del INAH estamos muy tristes, pero muy agradecidos por esta deferencia, pues no hay antecedentes de inclusión de personas yoris o no indígenas, finalizó. 

En su tesis doctoral Raquel Padilla narra: “La sierra del Bacatete es un punto geográfico emblemático para casi cualquier sonorense. Para los yaquis significa mucho más que eso, es tierra sagrada, depositaria de su historia de resistencia, y es morada de héroes”. 

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