Marchan 2500 personas en Sonora
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| Foto: Silvia Núñez/Mujer Sonora |
Silvia Núñez Esquer
Hermosillo,
Son., 1 febrero 2012.- Un repudio total a la reforma constitucional al
artículo 24 expresaron alrededor de dos mil quinientos manifestantes que
rechazan los cambios a la carta magna.
Integrantes de la organización nacional Foro
Cívico México Laico, y de Sonora Estado Laico, se declararon en contra de la
reforma, pues viola las garantías de las y los ciudadanos, además de que
propicia la discriminación hacia las niñas y niños de religiones minoritarias
en las escuelas.
Yadira Sánchez maestra de la secundaria
técnica número 72 de esta ciudad, leyó la declaración ciudadana dirigida a la
Cámara de senadores, que este día discutirá y en su caso aprobará el dictamen
que ya fue aprobado en la cámara baja el 15 de diciembre de 2011.
Tanto en la capital de la república, como en
otros estados, la agrupación Foro Cívico México Laico, está reproduciendo
marchas similares de repudio a la reforma al artículo 24 la cual consideran
fuera de lugar, toda vez que no es el clamor de las más de siete mil asociaciones
religiosas constituídas en el país, informó.
La manifestante denunció que la reforma
atiende más a acuerdos previos con la jerarquía eclesiástica, principalmente la
católica, y que la visita del papa Benedicto XVI a nuestro país, es para firmar
convenios en ese sentido.
En caso de ser aprobada en el senado, la
modificación constitucional sólo beneficiaría a la iglesia católica violando el
artículo 6º de la Ley de asociaciones religiosas y culto público, el cual
refiere en su 3er. Párrafo “las asociaciones religiosas son iguales ante la ley
en derechos y obligaciones”, dijo.
Opinó que las escuelas públicas no deben ser
utilizadas para llevar a cabo la labor que los ministros de culto deben
desarrollar en los templos o los padres en el hogar. La reforma responde a los
intereses que desde hace décadas busca por todos los medios la jerarquía
católica, denunció.
Agregó que se confunde la libertad por la que
clama una iglesia en particular con el derecho humano a la libertad religiosa
consagrada por la Organización de Naciones Unidas, además de que los actores
sociales no fueron consultados para llevar a cabo la pretendida reforma. Con
ella se violenta el estado laico, entendido
como el que ante la diversidad religiosa se mantiene neutral, exclamó.
Portando estandartes con la imagen de Benito
Juárez, los miles de manifestantes pidieron que se mantenga intocado el
artículo 24 constitucional que actualmente garantiza la libertad de creencias y
de culto, y en consecuencia la libertad religiosa.
Demandaron que se saque de la “congeladora
legislativa” la iniciativa que eleva a rango constitucional el carácter laico
del estado mexicano, aprobando el artículo 40 constitucional que dice que la República
mexicana es laica y con ello quitar toda pretensión de “volver dos siglos atrás
en materia de religión y educación”.
La reforma al artículo 24 la consideran una
contra reforma en respuesta a la posible reforma al artículo 40, presentada el
pasado 11 de febrero de 2010, ya que un mes y seis días después se presentó la
reforma al 24.
Un punto central es la redefinición de la
“libertad de religión” que pretende implantar la jerarquía católica, quien
oferta un concepto tendencioso y sesgado de dicha libertad, asegurando que ella
exige, entre otras cosas, impartir educación religiosa en las escuelas
públicas.
Desde luego, ya no se trata aquí de la
comprensión de la libertad religiosa como derecho humano, ni de su
entendimiento como un ámbito de autonomía personal que protege la conciencia
individual; se trata de una noción manipulada y licenciosa de la “libertad de
religión” que sirve de bandera para exigir privilegios religiosos, expresó
Yadira Sánchez González.
Desmantelar el estado laico, intención de la
reforma
El representante en Sonora del Foro Cívico
México Laico, A.C. y el presidente de Sonora Estado Laico, A.C., opinaron que
la verdadera intención de la reforma al artículo 24 constitucional es
desmantelar el estado laico.
David Robles Santacruz y Samuel García Rojas,
denunciaron que se busca la “libertad de religión” en el texto de la reforma,
pero no para ampliar las libertades, sino para exigir al amparo de ella, el
establecimiento de privilegios clericales, principalmente el reemplazo de la
educación laica por instrucción religiosa en las escuelas públicas y el control
de los medios de comunicación masiva.
La intención es “inocultable” pues el
reconocimiento del derecho a la libertad religiosa implicará la revisión de los
artículos: 3º referente a la educación, 5º relacionado a la prohibición de
pactos que menoscaben la libertad, como sucede con los votos monásticos, el 27
sobre patrimonio eclesiástico, y 130 relativo a la separación del Estado y las
iglesias.
Insistieron en que rechazan toda reforma
constitucional cuyo objetivo sea estipular privilegios. Lamentan que se
utilicen las libertades públicas como materia de negociación política. Deploran
que una reforma constitucional como ésta, de singular relevancia para la
ciudadanía mexicana, se realice en forma apresurada, sigilosa y sin
transparencia.
Refrendaron la defensa del Estado laico por
ser condición indispensable para el efectivo respeto de los derechos humanos. Y
conviene no olvidarlo: cada retroceso del Estado laico, es un avance del estado
confesional, sentenciaron.
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