María Dolores Rodríguez Tepezano*
Existe
en Hermosillo un medio impreso llamado Primera Plana, bajo la dirección de
Francisco Ruíz Quirrín.
Voy
a contar una historia que documentan con rigor el Archivo Histórico y la
Hemeroteca de la Universidad de Sonora, así como un gran número de libros
publicados en México sobre grupos fundamentalistas involucrados con
movimientos sociales. Fundamentalistas, nombre que recibe la corriente religiosa o ideológica que promueve la
interpretación literal de sus textos sagrados o fundacionales (por encima de
una interpretación contextual), o bien la aplicación intransigente y estricta
de una doctrina o práctica establecida. Por lo que considera un determinado
libro, como autoridad máxima, ante la cual ninguna otra autoridad puede invocarse
y la cual incluso debería imponerse sobre las leyes de las sociedades
democráticas1
En
1968 aparece por primera vez en Sonora la organización Movimiento Mexicanista
de Integración Cristiana, MMIC, cuya existencia fue única en Hermosillo,
la capital del Estado. Entre las características de la organización y sus
miembros, sobresalen dos de ellas que rigieron su vida pública, fueron mujeres
y hombres católicos y anticomunistas.
Algunos
de sus jóvenes miembros pertenecían a familias en las que destacaba la
participación de algún sacerdote. Este movimiento de enorme influencia cristera
intervino en los movimientos sociales de aquellos años en Hermosillo,
básicamente en los movimientos estudiantiles que fueron eco y reproducción del
contexto nacional e internacional que se vivía, las protestas nacionales en
defensa de la democracia y la educación pública, laica y gratuita.2
La
participación social de la MMIC, correspondió a contrapesar las demandas sociales
de otros hombres y mujeres que no pensaban como ellos. Los jóvenes llamados
“micos” -sobrenombre derivado de las siglas de su organización- se
caracterizaban por llegar a los mítines de protesta social a desbaratar y
reventar en caos los eventos a través de la violencia: primero provocando a los
oradores a través de vituperios y después golpeando a los participantes de los
mítines con cadenas y varillas. Intolerantes y fundamentalistas.
Otra
característica de este sector activo de la sociedad hermosillense, fueron sus
publicaciones impresas que circulaban como folletos, exhibían ataques contra
los activistas sociales y estudiantiles. “De pobreza periodística, incultos, groseros,
barbajanes y corrientes publicaciones”3. Entre las publicaciones destacaron El
Ahuizote, El Hijo del Ahuizote, y La Papaya.
Las
protestas sociales en Hermosillo, influidas en gran medida por el pensamiento
liberal de la época, el comunismo, la liberación femenina y la democratización
ciudadana, fueron contra las políticas públicas del entonces gobernador del
Estado de Sonora, Faustino Félix Serna, gobernador que no intervino para
detener los agravios de los llamados “micos”4. La organización MMIC
desapareció entre los años de 1981 y 1982. Algunos de sus más vistos y
virulentos integrantes hoy se encuentran ubicados en distintos medios de
comunicación de la región.
Cabe
destacar, que de ese grupo, quienes aún continúan en su labor periodística,
digamos, algunos han evolucionado. Pues el periodismo no es imparcial “No hay
medio sin ideología” señala el mismo Vicente Leñero en su libro, Manual de
Periodismo. Así mismo, el periodismo cuando es transformador y benéfico se ejercerse
en apego riguroso a la verdad.
Sin
embargo, el perfil fundamentalista que rige la interpretación literal de textos
sagrados, aún permanece en contados medios de comunicación, basta escuchar el
inicio del programa radiofónico De primera Mano para darse cuenta de ello,
espacio donde día a día se lee el Calendario del más Antiguo Galván,
publicación editada en México desde 1827 con características entre otras de
santoral católico, previsiones meteorológicas,
fenómenos astronómicos como eclipses y fases lunares, cálculo de la semana
santa, efemérides, festividades cívicas y religiosas y oraciones católicas.5
Esa
restricción mental que ciega y condena todo aquello que no quiere o no puede
entender, asomó su nariz en días pasados, sucedió en la columna Sin Medias
Tintas publicada precisamente en el impreso Primera Plana. En ella se calumnia
y degrada la participación social de la activista y periodista además, Maestra en
Desarrollo Social –maestra de maestría, no de apodo- Silvia Núñez Esquer.
Persona que ha documentado los cientos de casos de violencia de género y
asesinatos de mujeres en el estado de Sonora a lo largo de los últimos años.
Más
aún, Núñez Esquer a lo largo de su trayectoria profesional se ha esmerado en la
exigencia del respeto a los derechos humanos, promoción y respeto a la infancia,
y visiblemente en coordinación con otras mujeres, a la promoción e
implementación de leyes que protejan a las mujeres; así como a la visibilización
del feminicidio, asesinato tipificado en el código penal del Estado de Sonora.
Claro
que no todos entienden. Se preguntarán los fundamentalistas ¿qué hace una mujer
fuera de su lugar? Tal vez podría hablar pero bajito. Quizás digan, ella no debe contradecir a la autoridad, y
menos cuestionar al santo y católico patriarcado que nos gobierna.
Ante las calumnias del columnista contra Núñez
Esquer, la Red Nacional de Periodistas intervino directamente con el Ejecutivo
Estatal exigiendo respeto, y más que respeto hacia la periodista Núñez Esquer, respeto
hacia la misma Gobernadora de Sonora. “Cero violencia hacia las mujeres y todas
las acciones que conlleva esto” como usted lo manifiesta, exige la Red Nacional
de Periodistas.
Tal
cual. Antes con los folletos El Ahuizote y el Hijo del Ahuizote con Faustino
Feliz Serna, hoy con Primera Plana al servicio de Claudia Pavlovich Arellano.
Dios
los hace y ellos se juntan reza un refrán popular, los micos fueron invitados a
trabajar en el periódico El Sonorense, en aquel tiempo propiedad de Faustino Feliz
Serna. Enguerrando Tapia periodista pro gobiernista, dicen que fue formador de
algunos de ellos.6
Dios
los hace y ellos se juntan, el actual Gobierno de Sonora encontró terreno
fértil para la desacreditación de las demandas ciudadanas.
Los
cristianos se reconocen por el amor a sus semejantes, muy sabio sería que los
que se hacen y se juntan, Primera Plana y Gobierno del Estado, recapacitaran y dieran muestras de madurez.
Fuentes: -Hemeroteca
Unison..- Archivos gráficos El Sonorense.-
-Cambio
y continuidad institucional en historia de la Universidad de Sonora 1938-
1982.-
Colegio de Sonora.- Tesis de Doctorado .- Moreno Soto Armando.-
-Wikipedia
-Archivo
Histórico Unison.- Movimientos estudiantiles.-
*Columna publicada originalmente en www.proyectopuente.com.mx
reproducida con la autorización expresa de la autora
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