OPINIÓN
MUJER SONORA
El anuncio de la gobernadora de Sonora Claudia Pavlovich Arellano, sobre acciones específicas para combatir la violencia de género, cayó como respuesta urgente y directa a la indignación y miedo que generaron los más recientes feminicidios perpetrados al sur del Estado.
La expectativa sobre la concreción de acciones está presente pues hasta hoy la política de atención a la violencia de género había estado soterrada y disminuida ante los demás programas de gobierno.
La omisión inicial de la violencia que se inflige a las mujeres por el hecho de serlo, en la campaña de presentación y operación del número de emergencia 911, quedó subsanada ante al anuncio de que en ese número se dará atención especial a los casos de petición de ayuda de las mujeres que la soliciten porque estén siendo violentadas.
Pero esa es solo una de las medidas. También anunció que se operarán “autobuses rosas”, en la zona rural en donde al menos cuatro jóvenes fueron violentadas sexualmente y una de ellas también asesinada, en el sur del Estado.
En lo que llamó una batalla frontal contra la violencia hacia las mujeres, Pavlovich por primera vez reconoce por su nombre a la violencia de género, y exhortó a las mujeres a denunciar, a no quedarse calladas. Otra de las medidas es la generación de una aplicación de teléfono celular para situaciones de emergencia, así como para obtener información de manera permanente.
El discurso modificado radicalmente se da dentro del término de prórroga que por seis meses pidió el gobierno del Estado a la CONAVIM, y con ello poder dar cumplimiento a las doce recomendaciones que emitió el grupo de trabajo que investigó la solicitud de alerta de género contra las mujeres (AVGM) para el municipio de Cajeme, ubicado al sur de la entidad.
Son tres los feminicidios cuyas características han generado un impacto psicosocial negativo pues tanto las jóvenes, adolescentes y niñas, así como sus familias, vecinos, y habitantes del sector se encuentran en un estado de miedo, estrés y temor a circular por las calles y caminos vecinales, hacia la escuela o trabajos.
En poco más de un mes las autoridades dieron a conocer tres casos de mujeres que salieron de sus casas a atender actividades rutinarias, mismas que desaparecieron sin explicación alguna de principio, por lo que sus familiares las reportaron como desaparecidas, encontrando su cuerpo sin vida días después.
El 22 de septiembre la Procuraduría General de Justicia del Estado dio a conocer la aparición sin vida de una mujer que además había sido calcinada, en el kilómetro 8 de la carretera que conecta Bacobampo con Buaysiacobe, mismo que a través de pruebas periciales se determinó que pertenecía al de Sara Gertrudis Solís Perez, quien permaneció desaparecida por cuatro días.
El 3
de noviembre, después de tres días con reporte de desaparición la maestra
de danza folclórica Lizeth Aracely Fuentes Argüelles, apareció sin vida en el
Ejido Primero de Mayo (Campo 77), perteneciente al Municipio de Bácum. El
cuerpo fue localizado sobre el margen de un dren, parcialmente sumergido en las
aguas residuales, Valle del Yaqui, según el reporte de las autoridades.
Conocida
cariñosamente como Chely, su muerte provocó mucha indignación, miedo, y dolor
entre familiares, amigos, compañeros de actividad, estudiantes del instituto en
donde impartía clases, y la población en general, no solo de su comunidad, sino
de todo el Estado.
En
protesta, se realizó una marcha a la que acudieron cientos de personas quienes
mostraron su enojo pues se dio a conocer que el responsable había cometido tres
violaciones más, con el mismo modus operandi, previo al asesinato de Chely.
Mientras
las autoridades intentaban explicar cómo pudo suceder un feminicido evitable
como el de la maestra, el 11 de noviembre Diana Domínguez Félix, representante
de laboratorios fue localizada sin vida después de cuatro días de desaparecida,
según reporte de sus familiares.
Días
antes había salido a trabajar, pero desapareció, por lo que su familia la
empezó a buscar. Su cuerpo se encontró en la comunidad de Tesia, hacia donde
fue llevado por el feminicida pues la privó de la vida en Ciudad Obregón.
Todo
este contexto feminicida en la región sur de Sonora, generó un cambio de
discurso oficial. Ya se habla de violencia de género, lo cual nos indica que
finalmente se reconoce que también en esta entidad la guerra contra las mujeres
se hace presente.
Se
instruye al Sistema Estatal de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de
la violencia contra las mujeres a trabajar coordinadamente en acciones de
emergencia que contribuyan a evitar los feminicidios. Si bien algunas otras
medidas han sido retomadas de las propuestas de organizaciones de la sociedad
civil, todavía no se ha establecido una coordinación con éstas.
Es
esperanzador que la política estatal venga desde la responsable del poder
ejecutivo, no obstante, las acciones llevarán tiempo, pues están sujetas a su
creación en el caso de la aplicación telefónica. O el transporte rosa, que
deberá diseñar las condiciones en que éste operará.
De
igual forma, el Centro de Justicia para las mujeres en Hermosillo llevará
tiempo construirse. Sin embargo, la instrucción enérgica para que todas y todos
los funcionarios se conduzcan de acuerdo a los protocolos vigentes, es
para tomarse en cuenta.
De
cualquier manera, la violencia exacerbada contra las mujeres en el sur del
Estado, no debe invisibilizar el feminicidio que está presente en todos los
municipios. No debe hacernos olvidar que en Sonora, más de la mitad de éstos se
perpetran dentro de los hogares y por las personas con las que nos sentimos más
seguras pues son nuestros familiares.
No
podemos dejar de lado que en Nogales, San Luis Río Colorado y la región del
desierto también se han producido feminicidios emblemáticos en donde las bebés,
generalmente al cuidado de sus padrastros terminan asesinadas a golpes por
éstos, entre otros.
Por
ahora, aunque no se llame así, en Sonora se ha emitido una pre alerta de
género. Esperemos que las acciones se cumplan, pero sobre todo, que sirvan para
evitar más feminicidios.
mujersonora@gmail.com
@mujersonora
fb Silvia Núñez Esquer
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