martes, 16 de junio de 2015

A consulta directora del ISM



OPINIÓN
Silvia Núñez Esquer


Claudia Pavlovich Arellano recibió ayer la constancia de mayoría de votos en la elección por la gubernatura de Sonora. Es un hecho, ella será la primera gobernadora del estado, tal como su madre fue la primera presidenta municipal de su natal Magdalena de Kino; primera presidenta municipal de la capital, Hermosillo; primera diputada federal suplente; primera diputada federal propietaria; primera senadora mexicana -junto con María Lavalle Urbina-,  y primera por Sonora. Toda una precursora de la participación política de las mujeres. Los  únicos puestos de elección popular que no ocupó  Alicia Arellano fueron el de gobernadora y presidenta de la República. 


Pronto su hija será la titular del gobierno estatal, en una suerte de completar esa carrera política que Arellano Tapia no logró.  Y aunque su hija Claudia no ocupó nunca una presidencia municipal, sí fue como ella, senadora de la República y de ahí saltó a la gubernatura. 


Ahora que tiene la constancia de gobernadora electa, llegó la hora de estudiar la realidad de las propuestas que hiciera esta candidata para implementarlas si resultaba ganadora. Más allá de las frases publicitarias de campaña, llegó el momento de que la ciudadanía tome el papel de monitor y contraloría ciudadanos. 


“Impulsar” y “promover” son los verbos que permean toda la plataforma electoral del partido que llevó a CPA a ser electa gobernadora. Lamentablemente eso significa que no garantiza que lo que promueva se lleve a cabo en la realidad pues depende de otros actores y factores. En ninguna parte de su propuesta de 133 páginas se utiliza el verbo garantizará. 


Y claro, nadie lee completa la plataforma antes de ir a votar. Y es que en Sonora está visto que se vota en contra, más que a favor. Así pasó hace seis años, cuando el electorado votó contra el partido que gobernaba, el PRI, al que castigó por el mal manejo de la crisis en la tragedia ABC ocurrida el 5 de junio de 2009, que dejó muertos a casi medio centenar de niñas y niños, justo un mes antes de las elecciones.


Un sexenio después, Sonora vota mayoritariamente en contra del partido al que llevó por primera vez a gobernar el estado, el PAN, y otorga de nueva cuenta el poder al partido que castigó. Sólo que ahora elige a un género distinto, contraviniendo todas las opiniones de que en Sonora “No estamos preparados para que gobierne una mujer”, como se había venido ventilando por los hombres del poder. 


En las propuestas de campaña lo más parecido a la inclusión en la toma de decisiones, es la llamada: Participación ciudadana en la función de gobierno. En ésta promete ampliar los canales y mecanismos de participación contemplados en la legislación; y abrir un mayor número de espacios institucionales en los que la ciudadanía pueda intervenir en la toma de decisiones pública, así como en la implementación y evaluación de los programas de gobierno. Propone impulsar la consulta ciudadana, y  crear consejos ciudadanos constitucionalmente autónomos elegidos por la sociedad en procesos de elección, organizados por la autoridad electoral. 


Para atender la pobreza, en la plataforma se habla de un “Sonora solidario”, llamando a la corresponsabilidad, pero no a terminar con ella. Por eso para la población vulnerabilizada están presentes los programas Prospera, Cruzada contra el hambre y todos los del gobierno federal. 


Lamentablemente el factor salud sigue descansando en el fracasado seguro popular, que tantas vidas ha costado. Se ofrecen facilidades “adicionales” para afiliarse a este servicio y acceso a un nuevo paquete de salud que incluye veintisiete servicios médicos básicos, sin especialidades. 


El documento dedica un apartado específico para las mujeres. Interesante resulta ver que se incluye la defensa de los derechos humanos. Se hace hincapié en la igualdad de géneros, por lo que insta a “luchar” por la no discriminación laboral hacia las mujeres. “Debemos garantizar a las madres que trabajan doble turno o por la tarde, el cuidado de sus hijos en estancias infantiles de tiempo completo”. 


Esta plataforma promete erradicar la violencia y el acoso sexual contra las mujeres a través de reformas legislativas “de nueva generación”  e instancias que defiendan y protejan los derechos e integridad de la mujer. Contempla construir, con la participación de la sociedad civil el Programa Estatal para la Igualdad entre Mujeres y Hombres. Impulsar reformas que permitan los presupuestos participativos e incorpore la perspectiva de género en los programas y presupuestos. Impulsar la mejora en la atención a mujeres embarazadas, recién nacidos, y detección y tratamiento de cáncer cérvico uterino y otras enfermedades.


Novedosa resulta la propuesta  de establecer una instancia de defensa de la mujer con especialistas en atención a mujeres víctimas del delito, y casos de discriminación en la escuela, el trabajo y el hogar. 


Retoma la exigencia de las mujeres organizadas que desde hace dos décadas piden que el Instituto Sonorense de la Mujer sea creado por Ley para dotarlo de autonomía. Lo ideal sería que la iniciativa de creación de la instancia de la mujer tomara en cuenta las características que desde su inicio solicitaron las activistas, y que a la fecha no sólo no se ha cumplido, sino que esa instancia se ha utilizado como oficina para hacer campaña política del partido en el poder, y ha estado a expensas de la modalidad de contenido ideológico de cada una de las personas que han ocupado la dirección general. 


Siendo un apéndice de la Secretaría de gobierno, poco pueden hacer quienes han tenido una perspectiva de defensa y promoción de derechos humanos de las mujeres, como la propuesta original que impulsaron las mujeres de Sonora. Ya es hora de que quien gobierne escuche a las mujeres, a las feministas que impulsaron la instancia de la mujer para beneficio de todas, no sólo de quienes militen en el partido que gobierna. 


Una buena forma de demostrar una verdadera voluntad de cambio político, sería que mientras el ISM siga bajo el régimen legal actual, el nombramiento de la Directora general se lleve a consulta ciudadana, no debe seguir siendo a criterio del o la gobernadora. Se debe elegir de entre personas que demuestren tener una visión de defensa y promoción de derechos humanos de las mujeres, con un enfoque feminista, tal como el que le dio vida y que después se desvirtuó. 


Las titulares que han ocupado la Dirección General del Instituto Sonorense de la Mujer por nombramiento directo del gobernador son:  Carmelita Calles Bustamante, Teresita Caraveo Galindo, Esther Salas Reátiga, María Antonieta Meraz Carrizoza, todas del PR. Y por el PAN: Dolores Alicia Galindo Delgado, Angélica Payán García, Eloísa Flores García.

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