Estudios clínicos realizados en personas dedicadas a la elaboración de ladrillos para determinar riesgos a su salud, permitió a la maestra Claudia Figueroa Ibarra obtener el premio en la categoría de Salud Pública "José Miró Abella’, que anualmente otorga la Secretaría de Salud del Estado de Sonora.
El trabajo se efectuó durante dos años, tiempo en el cual se dio seguimiento a la salud de 44 trabajadores de las ladrilleras y de otros 44 sin relación alguna con dicha actividad, a quienes se les aplicó un cuestionario y se realizaron pruebas de respiración, encontrando que las personas que laboran en las ladrilleras tienen siete veces más síntomas de tos crónica y falta de aire, explicó.
La docente adscrita al Departamento de Enfermería añadió que este padecimiento puede derivar en bronquitis, asma e, incluso, enfisema en casos muy severos, debido a la exposición al aserrín y aceite quemado, los cuales se usan en la cocción del ladrillo.
Figueroa Ibarra subrayó que hacen falta más estudios orientados a conocer exactamente los tipos de contaminantes que en este sector de la ciudad existen, "pero en estudios hechos en otros lados, donde la producción es similar, se ha encontrado que son básicamente monóxido de carbono, partículas totales en suspensión y óxidos de azufre’, señaló.
Estos hallazgos le valieron el premio que la Secretaría de Salud del Estado de Sonora otorga en el marco del Congreso de Investigación en Salud, con el propósito de impulsar la actividad científica en el área de la salud.
Esta mención representa "un éxito, un logro y una gran sorpresa. Es muy grato ver que el trabajo que uno hace está bien hecho y es considerado por otras personas, y que lo catalogan como algo bueno, merecedor de un premio’, expresó.
Añadió que este proyecto también la permitió hace poco obtener el grado de Maestría en Ciencias de la Salud por la Universidad de Sonora, casa de estudios que también le brindó el grado de Licenciatura en Enfermería.
En el proyecto también se contó con la participación de los maestros universitarios Rosa María Tinajero González, Armando Burgos Hernández y del neumólogo Andrés Mendoza Mendoza.
Fuente: Universidad de Sonora
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