miércoles, 28 de marzo de 2012

En riesgo el registro: partidos


Leticia Burgos Ochoa

Con sumo entusiasmo anunciamos en éste mismo medio que Sonora va a la vanguardia en relación a  los logros legales que permitirán  mayor presencia de las mujeres en todos y cada uno de los espacios de la vida pública y en el gobierno. Lo que no quiere decir que sea una realidad. Esta por verse el 1 de julio. Los partidos están llamados a respetar y cumplir la Ley Electoral de Sonora.

Y es que gracias al impulso de un Grupo Plural de Mujeres Sonorenses de los diversos partidos y de la Sociedad Civil, se logró establecer en el Código Estatal Electoral la equidad y la alternancia de género para el registro e integración del poder local municipal en la entidad y además cada fórmula a registrar tendrá que ser del mismo género, es decir, propietario y suplente tendrá que ser del mismo género. Logros que se observarán el 15 de septiembre en la integración de los 72 ayuntamientos que deberán ser paritarios, es decir, mitad hombres y mitad mujeres gobernando cada municipio.

Sin lugar a duda, los logros de Sonora es lo más avanzado que tenemos en el país, mientras a nivel federal tenemos un sistema de cuotas 60-40 establecida en el COFIPE de manera temporal para promover y garantizar el acceso efectivo de las mujeres en el Congreso de la Unión, es decir, todo partido, alianza o coalición tendrán que garantizar en el registro de 120 fórmulas de distinto género de las 300 diputaciones federales y 26 de las 64 fórmulas al Senado, que representan el 40% mínimo; pero además cada fórmula propietario y suplente deberá de ser del mismo género, tanto para el registro de candidaturas a Diputados federales como para Senadores de la República.

Lo grave del asunto es que concluido el registro de los partidos han sido llamados a cuentas por el IFE y las mujeres políticas de todos los partidos, teniendo de plazo hasta el 29 de marzo para enmendar la plana de sus registros, porque ninguno cumplió con la Ley, ni con la población mayoritaria del país -las mujeres-; de lo contrario se harán acreedores a la sanción máxima de perder su registro.

Las mujeres siguen siendo invisibles para los dirigentes de todos los partidos, pero no para designar tareas, para eso sí, son a las primeras que llaman para que apoyen las campañas o preparen reuniones en la colonia o el barrio.

La invisibilidad de las mujeres en los partidos y en el conjunto de la sociedad pone en tela de duda a la democracia y sus instituciones, ojala que rectifiquen y cumplan a cabalidad con la norma, solo así se podrá avanzar hacia un mayor progreso y reconciliación social, entre mujeres y hombres en el hogar, en el trabajo y en cada una de las comisiones emprendidas por el Gobierno. 

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