16 días de activismo contra la violencia de género
Leticia Burgos OchoaEste 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No violencia contra las Mujeres, establecido desde 1981 en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano, en honor a las heroicas hermanas Mirabal, quienes fueron perseguidas, encarceladas varias veces y finalmente brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por dedicar su vida a la lucha por las libertades civiles y políticas en Dominicana, en tiempos de gobiernos militares y represores de nuestra América de la década de los 60 y que se extiende esa lucha, hasta nuestros días.
Es doloroso pero alentador a la vez, que un hecho
trágico se haya convertido en una luz de aliento en el camino, al lograr que la
sociedad mundial conociera las entrañas de la violencia contra las mujeres y las niñas, y
poco a poco de batalla en batalla, obligar a los gobiernos se hicieran cargo de
ella para prevenirla, atenderla y procurar erradicarla.
Hay que decir, que a pesar de que hoy en día, existe
un reconocimiento público de que el hecho
de ser mujer, no es motivo para ser discriminadas, subordinadas ni
explotadas, persiste la idea desde los círculos del poder, de que gran parte de
los problemas sociales y familiares relacionados con el fenómeno de la
violencia, radican en que “la mujer ha
dejado paulatinamente de asumir los quehaceres de la casa, el cuidado de los
hijos y la atención de la familia por salir de casa”.
Tamaña afirmación es insostenible, cuando a todas
luces las mujeres han sorteado por si mismas y/o con su pareja la carestía de
la vida, los bajos salarios sin prestaciones, la inestabilidad en el empleo, el
cobro de colegiaturas, la perdida del poder adquisitivo que son factores que
propician un clima de violencia e inestabilidad económica familiar, y donde la
mujer viene a asumir una doble y hasta triples jornada de trabajo. Es por el
contrario, la violencia se agrava mucho más contra las mujeres en la
actualidad.
La persistencia de la lucha por la paz y la
seguridad de las mujeres han logrado crear instituciones, políticas, programas
y presupuestos que aún siendo raquíticos se dirigen a combatir la violencia.
Sonora ocupa el cuarto lugar en la República de
feminicidos -actos sistemáticos de violencia contra las mujeres hasta ocasionar
su asesinato-; 7 cada 10 mujeres sufren
algún tipo de violencia, siendo más grave en edad juvenil; es la entidad con
mayor discriminación a personas con discapacidad y lo que es pero aún, se concibe a la discriminación
como algo “natural”, consustancial a la convivencia social.
¡No más violencia!. No bajar la guardia es la enseñanza
que las hermanas Mirabal ofrecen a las mujeres en el mundo como a las de la localidad
de Cajeme, para continuar tomando en nuestra manos la decisión de participar y
hacer valer nuestros derechos, exigir cuentas claras de los recursos y de las
acciones dirigidas contra la violencia y contra la violencia a las mujeres.
¡No más violencia!. Decidamos ser promotoras y
promotores de una vida libre de violencia, para preservar la vida de las
mujeres y fincar nuevas reglas de entendimientos donde la solidaridad, la
corresponsabilidad y la igualdad sean bases efectivas para la paz y la
seguridad en la comunidad social y familiar.
Cd. Obregón, Sonora. A 25 de noviembre de 2011.
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