viernes, 13 de noviembre de 2020

Obtiene Eliana Alvarado premio Rostros de la Discriminación

Silvia Núñez Esquer

Hermosillo, Sonora | Hermosillo, Sonora | 13 noviembre de 2020

Por segundo año consecutivo una periodista sonorense obtiene el Premio nacional “Rostros de la Discriminación, Gilberto Rincón Gallardo”. Se trata de Eliana Alvarado Noriega, quien participó con el trabajo “Ayapaneco, una voz que se apaga”, publicada en el periódico El Imparcial y ganadora en la edición XVI.

Como parte de la discriminación que se vive en el país, el Ayapaneco es la próxima lengua que podría desaparecer de nuestro país, pues sus hablantes fueron obligados a adoptar el castellano, prohibiéndoles la posibilidad de que hablaran su propio idioma.

En entrevista, Eliana comentó que el reconocimiento la alienta a seguir trabajando en historias, pues más allá de los datos, que son muy importantes, a la gente le gusta conocer lo que hay atrás.

Para lograr esta producción periodística, Eliana viajó tras la historia de “Don Chilo”, quien se propuso enseñar a niños y jóvenes el idioma Ayapaneco, y con ello contribuir a su preservación, ante la inminente extinción.

“El poblado Ayapa pertenece al municipio de Jalpa de Méndez, en el estado de Tabasco, y está enclavado en la subregión conocida como la Chontalpa”, nos sitúa Eliana en un reportaje de agosto del año pasado y que será premiado el próximo 18 de noviembre en una ceremonia vía virtual.

Para Eliana su satisfacción más grande es que se reconozca el periodismo de fondo, pero también que el premio ayude a visibilizar esa problemática, en este caso la pérdida de un valor cultural como lo es un idioma nativo como lo es el Zoque Ayapaneco.

Que se voltee a ver a esa comunidad y cómo luchan por preservar uno de los elementos de su etnia como es la lengua, “pues como ellos debe haber muchos más en el país”, considera.

Es una lengua que se extingue y que, de acuerdo a su investigación estadística, sería la próxima por la cantidad de hablantes que quedan y porque están todos en un solo territorio. Entre nueve y once hablantes había el año pasado, menos dos que han muerto desde entonces.

Si bien hay otras que han disminuido considerablemente, el Ayapaneco no se habla. “Se apaga lentamente, como en agonía, es lo que quisimos retratar”, narra Eliana.

Por eso es tan importante la labor de Don Isidro Velázquez Méndez de setenta y siete años de edad, uno de los últimos hablantes y de quienes se han unido a esta labor como José Manuel Segovia Velázquez, otro maestro de Ayapaneco.

Residente de Sonora, Eliana decidió realizar un trabajo desplazándose hasta el sureste mexicano, por el antecedente de un reportaje de sus compañeros del periódico, en donde se abordaba la situación de las ocho etnias de Sonora, en donde se podía advertir la disminución de los hablantes de sus respectivos idiomas, entre otros elementos de su patrimonio cultural.

Es así que decidió indagar sobre cuáles eran las lenguas más próximas a la extinción, descubriendo que era el Ayapaneco, por lo que fue personalmente a conversar con quienes buscan preservarlo.

Al conocer en el trabajo de una de sus compañeras periodistas la situación de la etnia Kikapú, de la que desde hace veinte años aproximadamente había perdido al último hablante nativo, y con él también había muerto su lengua, Eliana se propuso conocer a los hablantes de la que todo hace indicar será la próxima a extinguirse.

La investigación que duró alrededor de un mes, arrojó lo que ahora podría ser un llamado de atención para las instituciones que podrían apoyar el rescate del patrimonio cultural Ayapaneco.

Magister en periodismo escrito, por la Pontificia Universidad Católica de Chile, en coordinación con periódico El Mercurio, la ganadora del premio Rostros contra la Discriminación, ha decidido pasar el fin de año en familia, tranquilamente, por lo que renunció a su empleo, con la finalidad de retomar proyectos personales en enero próximo, como lo es incursionar en la docencia, entre otros.

Eliana también fue ganadora de la emisión 2011-2012 de “Documentación y estudios de mujeres, (DEMAC), para Mujeres que se atreven a contar su historia”, en la categoría de biografía, con un trabajo sobre la Maestra Norma Pimienta

Sobre el periodismo en Sonora, considera que gran parte del periodismo de investigación viene de proyectos independientes. Algunas periodistas sonorenses que radican dentro y fuera del estado son grandes ejemplos de periodismo, como Priscilla Cárdenas (ganadora de Rostros de la Discriminación, Gilberto Rincón Gallardo, XV edición), y Zorayda Gallegos, dijo.

ES un buen momento para un buen periodismo, incluso en tiempos de pandemia. Siempre es más fácil voltear a ver los números y seducirse por el click fácil, pero al final de cuentas lo que debe permear o trascender son las buenas historias y los trabajos periodísticos que conectan con la gente que son más de fondo, y que llevan más tiempo por supuesto.

A lo mejor un mes nos parece poco, pero si lo vemos desde el punto de vista de un medio que se dedica a la nota diaria, tomarse un mes para hacer un solo trabajo es un lujo que no todos los medios ni todos los periodistas pueden darse, pues la prioridad es la nota del día a día, reflexiona.

Sobre la discriminación en México, considera que es una característica muy arraigada en nuestro país, pero también en Latinoamérica, contra las mujeres, contra los adultos mayores, hacia las personas con discapacidad, y en este caso también contra las personas indígenas.

Recordó su sorpresa cuando realizó las entrevistas a adultos mayores que hablan el Ayapaneco como lengua materna, que le narraron cómo en los años treintas-cuarentas, el gobierno estatal les prohibió hablarlo. “Los ridiculizaban y los obligaban a hablar español”, comentó.

Entonces después de setenta años, han encontrado en este proyecto de clases de Ayapaneco, la forma y espacio para que ellas y ellos puedan hablar su lengua, y ojalá pudiéramos tener más espacios así en el país, porque no es exclusivo de esa comunidad, son solo un ejemplo que retrata a la mayoría, expresa.

Eliana Alvarado recuerda cómo la discriminación está arraigada en todo el continente, pues se percató cuando estuvo estudiando su maestría en Chile, que el pueblo originario más grande, el Mapuche permanece en una lucha ancestral y constante por discriminación, por burlas. “Partimos de algo muy local, pero podemos encontrar ejemplos en cualquier lado”, finalizó.

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